La policía intenta sofocar rebeliones en tres prisiones
Nuevos motines en cárceles de Brasil; reclusos asesinan a dos
Brasilia, 18 de junio. Presos amotinados en el penal de Viana, en el estado brasileño de Espirito Santo, asesinaron hoy a dos reos, uno de ellos fue decapitado, al tiempo que las autoridades estatales, con apoyo de la Fuerza Nacional de Seguridad, trataban de contener las rebeliones en al menos tres penitenciarías.
De acuerdo con información del diario Folha, en su sitio de Internet, los amotinados en Espirito Santo tienen vínculos con una agrupación delictiva denominada Primer Comando de la Capital (PCC), que tiene como centro de operaciones al estado de Sao Paulo.
El PCC organizó una revuelta carcelaria el mes pasado, que los cuerpos estatales de seguridad sofocaron después de una semana de enfrentamientos en las calles y en las prisiones, con un saldo de al menos 170 muertos.
Los reos del penal de Viana mantienen como rehenes a un agente policial, a otros reclusos y a familiares que los visitaban este domingo, manifestó una portavoz de la Secretaría de Justicia estatal.
Los motines en Espirito Santo comenzaron a mediados de semana. En el Centro de Detención Provisoria de Vila Velha, un detenido murió asfixiado el miércoles pasado y desde hace cinco días cuatro funcionarios del penal se encuentran retenidos, señaló la funcionaria.
Los reos de la penitenciaría de Linhares también se amotinaron el sábado y hasta ahora no han permitido la salida de parientes que los fueron a visitar.
Los presos reivindican mejoras en su alimentación y traslados a otros penales, entre otras exigencias, según autoridades.
Folha publicó este domingo en su sitio de Internet que los internos de Vila Velha mostraron pancartas que agradecían "la participación del PCC en ES" (Espirito Santo) y señalaban "juntos venceremos".
La Secretaría de Seguridad dijo ignorar cuántos presos y familiares son mantenidos como rehenes en Viana y Linhares.
Según la agencia de noticias Estado, en Viana al menos 22 detenidos que se negaron a participar en la rebelión se encuentran bajo amenazas de los amotinados, quienes tienen armas de fuego.
El gobierno de Espirito Santo pidió auxilio a Brasilia, que autorizó el envío de 300 agentes de la Fuerza Nacional, un grupo de elite creado en 2004 por el gobierno federal.
Además de las rebeliones en Espirito Santo, Brasil ha vivido en los últimos tres días otros ocho motines en el interior del estado de Sao Paulo, que no dejaron víctimas y fueron controlados por la policía. En mayo, 70 cárceles estatales y centros de detención temporales fueron tomados por los presos, en una acción organizada por el PCC, a manera de protesta por el traslado de sus dirigentes a prisiones de máxima seguridad.