Usted está aquí: domingo 18 de junio de 2006 Cultura Las nuevas tandas de Rosete Aranda cautivan a dos generaciones de público

Barba Azul y Mamerto a escena de nuevo en el teatro Orientación

Las nuevas tandas de Rosete Aranda cautivan a dos generaciones de público

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

Ampliar la imagen Aspectos de las obras Barba Azul y Mamerto, representadas durante la función de Las nuevas tandas de Rosete Aranda Foto: José Carlo González

Ampliar la imagen Aspectos de las obras Barba Azul y Mamerto, representadas durante la función de Las nuevas tandas de Rosete Aranda Foto: José Carlo González

Ampliar la imagen Aspectos de las obras Barba Azul y Mamerto, representadas durante la función de Las nuevas tandas de Rosete Aranda Foto: José Carlo González

Después de la tercera llamada todo queda en silencio, a oscuras, se abre el telón y el narrador advierte: "el cuento es viejo y debe de ser contado", mientras todo se inunda de neblina y tenues luces iluminan un castillo tétrico. Da inicio la primera de dos tandas del espectáculo de títeres de Rosete Aranda en el teatro Orientación. Es el cuento Barba Azul, el caballero sanguinario que mataba a sus esposas, y que junto con la historia de Mamerto forman parte del repertorio original de la compañía de títeres y no habían sido representadas en varias décadas.

En el cuento de Barba Azul, la niebla (es decir, el hielo seco) termina adueñándose del escenario y las butacas, buena parte del público tose y se abanica con lo que tiene a la mano para evitar el malestar provocado por el efecto especial.

Hay más niños que adultos, aún así se mantiene el silencio que provoca el ambiente lúgubre, aunque roto de vez en cuando por la rasgadura de un paquete de dulces, papitas, chicles, o lo que se haya comprado antes de la función.

En Barba Azul, como también en la segunda parte del espectáculo, los títeres y sus manejadores se hacen uno solo, a veces son los autómatas los que llevan la parte principal, otras son los actores y actrices que dan vida a Barba Azul, a Rosaura, su nueva esposa; a la metiche de la hermana, o la muerte y los hermanos salvadores que terminan por darle su merecido al victimario.

-¡Híjole! Está fuerte -se escucha el susurro de una voz adulta cuando los hermanos de Rosaura decapitan a su cuñado.

Durante la primera parte de Las nuevas tandas de Rosete Aranda, con la dirección de Luis Martín Solís, el silencio de los niños fue total, pero todo cambió cuando llegó Mamerto con su compadre para, literalmente, poner de cabeza el infierno. Aquí sí las risas, los gritos y los aplausos acompañaron al personaje en sus aventuras por el mundo.

Mamerto sufre por la violencia doméstica a manos de su esposa, Ninfa Albondiguilla, así que a su compadre se le ocurre que le venda su alma al diablo. Satanás acepta y de ahí los dos mexicanos viajan a París, llegan a Madrid y después a Puebla, donde ocurre el encuentro final con el Diablo.

Termina la función. Los niños y los adultos comentan las travesuras de los compadres que, como anuncia el programa, es la "Segunda tanda, para morirse de risa".

Las nuevas tandas de Rosete Aranda se presentan todos los sábados y domingos a las 12:30 horas en el Teatro Orientación (Centro Cultural del Bosque, atrás del Auditorio Nacional). La temporada termina el 3 de septiembre.

 
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