Presos de Abu Ghraib fueron alimentados sólo con pan y agua durante 17 días: NYT
Republicanos bloquean agenda para que EU se retire de Irak
Ataque suicida en una mezquita chiíta de la nación invadida deja 11 muertos y 25 heridos
Ampliar la imagen Un soldado examina los daños causados por un atacante suicida en la mezquita chiíta Buratha, en Bagdad. A la derecha, vestidos como prisioneros políticos, activistas protestan durante una visita de George W. Bush a la ciudad de Medina, estado de Washington, donde el mandatario participó en un acto de recaudación de fondos para el representante Dave Reichert. El letrero dice: "No a la guerra por petróleo" Foto: Reuters y Ap
Ampliar la imagen Un soldado examina los daños causados por un atacante suicida en la mezquita chiíta Buratha, en Bagdad. A la derecha, vestidos como prisioneros políticos, activistas protestan durante una visita de George W. Bush a la ciudad de Medina, estado de Washington, donde el mandatario participó en un acto de recaudación de fondos para el representante Dave Reichert. El letrero dice: "No a la guerra por petróleo" Foto: Reuters y Ap
Washington, 16 de junio. Legisladores de la Cámara de Representantes libraron hoy una batalla para tratar de fijar un cronograma de retorno de las tropas estadunidenses en Irak, pero la mayoría republicana se impuso para apoyar la estrategia bélica del presidente George W. Bush, rechazar un plazo para el retiro del ejército y declarar la ocupación de Irak como parte de la llamada "guerra contra el terrorismo".
Esto coincide con la revelación en medios de prensa de que un reporte del Pentágono detalla las prácticas de interrogación a prisioneros iraquíes en Abu Ghraib. Según el diario The New York Times, el documento habla de prisioneros que fueron alimentados exclusivamente con pan y agua durante 17 días, privados del sueño y desnudados, en interrogatorios que se llevaron a cabo entre 2003 y 2004. Se informó que el reporte es parte de una investigación interna del Pentágono.
El documento tiene numerosas partes censuradas y palabras tachadas, pero concluye que el trato a estos prisioneros fue "incorrecto, mas no ilegal", y reflejaba más una falta de recursos y supervisión que un abuso deliberado. Por lo tanto, la investigación concluyó sin hacer ninguna recomendación para castigar al personal militar involucrado en los maltratos.
La resolución, aprobada por 256 votos contra 153, tuvo principalmente un efecto simbólico, porque la iniciativa no es vinculante -y por tanto no se convertirá en ley-, pero sirvió para encauzar la agenda temática del debate electoral, con miras a la renovación parcial del Congreso, en noviembre próximo.
Esta es la primera vez que los legisladores intercambian argumentos sobre pros y contras de mantener o retirar los aproximadamente 130 mil soldados integrantes del ejército de ocupación, desde que Estados Unidos invadió Irak en marzo de 2003.
"Caótica" política de Bush
La discusión -de 12 horas- ofreció una muestra de los asuntos que sacarán a relucir los representantes que busquen relegirse y quienes intenten llegar al Capitolio mediante los comicios.
Los republicanos intentarán exhibir a los demócratas como "derrotistas" y "suaves" respecto a las acciones de los enemigos de Estados Unidos, táctica que ya cobró dividendos en elecciones legislativas parciales de 2002 y 2004, según publica este sábado el diario británico The Independent.
De su lado, los demócratas criticaron las políticas de Bush sobre Irak y las calificaron de caóticas.
"La retirada no es la opción en Irak", afirmó el líder de la mayoría republicana, John Boehner (representante por Ohio), quien remató: "vencer a los terroristas radicales represivos y a sus aliados es nuestra tarea definitiva para el siglo XXI".
La votación de 214 republicanos fue respaldada por 42 demócratas, a pesar de que la dirigente de esa fracción legislativa denunció la "fallida política" en Irak y apremió a Bush a "dar la cara a los hechos", que incluye la muerte de 2 mil 500 soldados en tres años y tres meses de ocupación.
El demócrata John Murtha -veterano de la guerra de Vietnam que el año pasado conmocionó al Congreso cuando comenzó a cuestionar el conflicto en Irak y pidió el retiro de tropas estadunidenses- afirmó que para los legisladores es "fácil quedarse en una oficina con aire acondicionado y decir que el curso debe seguir.
"Esta es la razón por la que me altero cuando ellos se paran aquí con mojigatería y dicen que estamos luchando contra esto; son las tropas las que están luchando."
Los republicanos defendieron la política de guerra de Bush a pesar de que las encuestas de opinión pública han mostrado este año que la popularidad del gobernante está a la baja y menos de la mitad de los ciudadanos apoya ahora la invasión a Irak.
El Senado -también dominado por los republicanos- prepara su debate sobre Irak para la próxima semana, después de que los republicanos forzaron el jueves una votación sobre la enmienda del senador demócrata y ex candidato presidencial John Kerry para retirar las tropas estadunidenses a finales de este año.
La llamada guerra contra el terrorismo ha generado un gasto de 438 mil millones de dólares desde que Bush pidió por primera vez apoyó esta política bélica, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Mientras, en Irak, 11 personas murieron y 25 resultaron heridas en un atentado contra una mezquita chiíta en el centro de Bagdad, donde un hombre logró hacer estallar el explosivo que llevaba en un zapato.
El atentado pudo ser ejecutado por el individuo hacia el mediodía de este viernes de oración musulmana, a pesar de que esta semana el gobierno iraquí puso en marcha un plan de seguridad con 49 mil soldados, apoyados por tropas del ejército de ocupación.
La mezquita de Buratha ya fue blanco de un triple atentado suicida el 7 de abril pasado, que causó 90 muertos y 175 heridos.
Las medidas de seguridad en torno a la mezquita, una de las más antiguas de Bagdad, son muy severas. Los fieles son registrados seis veces antes de entrar en la sala de oración y deben circular por un detector electrónico.
El imán de la mezquita afirmó que el ataque iba dirigido en su contra. "Los explosivos fueron introducidos en la mezquita en dos pares de zapatos. El primer par fue hallado gracias a un detector de explosivos, y el segundo fue introducido en la sala de oración", afirmó el jeque Jalel Eddin al-Saghir, del Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Irak, partido chiíta que forma parte de la coalición gobernante.
El jeque responsabilizó del ataque a la organización Al Qaeda, que este viernes no se pronunció al respecto.
"Esperábamos una reacción de Al Qaeda, que quiere reconfortar a sus miembros tras la muerte de Abu Mussab Zarqawi", líder de la agrupación, en un ataque aéreo estadunidense el 7 de junio en la provincia de Diyala, en el norte de Irak.
En Basora -con mayoría chiíta-, un imán sunita y su guardaespaldas fueron asesinados poco antes de la oración del viernes.
Otros dos civiles murieron y 16 más resultaron heridos por disparos de morteros en Sabaa al Bur, en la salida norte de Bagdad, según una fuente de la seguridad. Dos personas más murieron en Mosul, ciudad de mayoría sunita, 370 kilómetros al norte de Bagdad, informó la policía.