Casas Beta pretende deslindarse, afirman colonos
Exigen agua potable en unidad habitacional de Nicolás Romero
Nicolás Romero, Mex., 15 de junio. Vecinos del fraccionamiento Cántaros III -en las inmediaciones del lago de Guadalupe- exigieron a la inmobiliaria Casas Beta que antes de entregar mil 700 casas al gobierno municipal las dote de agua potable, pues estudios del Instituto Politécnico Nacional (IPN) revelaron que el líquido que les surtirán son aguas negras tratadas, no aptas para consumo humano. Asimismo, dijeron que por fallas de construcción y por las lluvias recientes se detectaron hundimientos y cuarteaduras en 23 inmuebles.
En entrevista, los vecinos destacaron que una vez que la inmobiliaria entregue la unidad habitacional a las autoridades municipales, los vecinos deberán reparar los daños. ''La desarrolladora se va a lavar las manos y se irá sin atender nuestras demandas'', señalaron.
Patricia Reyes Espíndola, Elizabeth Barrera y Patricia Arrollo, entre otros colonos, explicaron que Casas Beta pretende entregar la unidad sin resolver problemas como el abasto de agua potable. Explicaron que vecinos llevaron a laboratorios del IPN muestras del agua que consumen habitantes de Cántaros III y se descubrió que no es potable y resulta nociva para la salud.
Patricia Arrollo explicó que la fraccionadora Casas Beta respondió que la unidad recibía agua de un estanque general, pues ninguna de las mil 700 casas tiene tinaco. Aún se desconoce de dónde viene el agua que abastece las viviendas.
Los colonos añadieron que varias de las viviendas -que costaron entre 240 mil y 290 mil pesos y tienen menos de dos años- ya presentan defectos, pero la inmobiliaria se niega a hacer válida la garantía de tres años y argumenta que la cobertura era de sólo tres meses.
Los afectados pidieron al gobierno del estado de México sancionar a la inmobiliaria por incumplimiento de contrato y por no dotar de servicios básicos a los mil 700 vecinos de Cántaros III.