Simulacro México-EU para contener derrame de crudo

La Armada de México y autoridades militares de Estados Unidos realizaron un simulacro binacional denominado Mex-Us Golf 2006, cuyo propósito fue "poner en práctica la capacidad de respuesta ante un posible derrame de crudo en las aguas del Golfo de México, que afecte las aguas marinas de las dos naciones".

Mediante un comunicado de prensa, la Secretaría de Marina informó que la dependencia en colaboración con el Servicio de Guardacostas de Estados Unidos y Petróleos Mexicanos (Pemex), realizaron un seguimiento y monitoreo permanente del supuesto desplazamiento del hidrocarburo derramado en el mar por un pozo de exploración de Pemex denominado Arietis, el cual -tal como se acordó previamente para el simulacro- había quedado fuera de control la noche del pasado 20 de mayo, debido a la ruptura de una válvula de seguridad.

El boletín refiere que "el derrame de hidrocarburos quedó suspendido a las 24 horas del día 23 de mayo, luego que el buque taller Tritón de Pemex accionara el sistema hidráulico de control del preventor y el cierre del pozo Arietis, aunque a esa hora ya eran 28 mil barriles de crudo los vertidos al mar.

"Minutos más tarde, autoridades de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Pemex, Marina Mercante y elementos de la Armada de México se trasladaron vía terrestre a la playa Bagdad, en Matamoros, Tamaulipas, en donde de manera visual revisaron que efectivamente el derrame de hidrocarburos había contaminado en territorio mexicano una extensión de 10 kilómetros, mientras que en la parte de territorio estadunidense había cubierto 20 kilómetros", puntualizó el comunicado.

La dependencia precisó que "en el lugar las autoridades antes mencionadas verían, en caso de que este simulacro fuera real, peces y gaviotas tiradas en la orilla muertas por la contaminación, además de una planta llamada zargazo, que debido a la intensidad de los vientos una gran cantidad de éstas habrían sido arrastradas hacia la orilla".

Asimismo, "en saldos de especies marinas se tendrían aproximadamente 2000 aves muertas en territorio mexicano y unas 300 en el lado estadunidense.

Alfredo Méndez