En marcha, el museo de la Fundación Carso
Para Fernando Romero la arquitectura se realiza con base en un proceso de traducción: ''Uno recibe información, programas, ambiciones del cliente, y lo que hace es traducir eso en una solución específica, y darle una identidad a esa traducción".
Translations LAR Fernando Romero se titula el libro en forma de pequeño diccionario de idiomas, que en 2005 editó Actar, Barcelona, España, 2005, con un sinnúmero de proyectos, algunos concluidos, otros en construcción y otros que se quedaron en la experimentación.
Entre los proyectos se encuentra el del edificio, de 10 mil metros cuadrados, que Romero ha diseñado para albergar el acervo de arte del Grupo Carso, estimado en más de 10 mil piezas, que vendría a ser el museo ''más al norte de la ciudad, detrás de Ejército Nacional, del centro comercial de Javier Sordo Magdaleno".
Integrado por tres niveles, el proyecto de Romero busca ser un edificio ''muy racional", a la manera de ''un contenedor de un acervo muy diverso, que empezó por la colección de esculturas de Augusto Rodin -la segunda en importancia del mundo- y se ha ido aumentando".
Recinto de la contemporaneidad
Cabe mencionar que el año pasado el Museo Soumaya, dirigido por Soumaya Slim, esposa de Romero, que forma parte de la ahora Fundación Carso, festejó su décimo aniversario con una selección de 430 obras provenientes del acervo, exposición que se inició con las escuelas europeas de los siglos XV y abarcó hasta artistas mexicanos del siglo XX como Juan Soriano, recientemente fallecido, y Francisco Toledo.
Entonces, se vuelve un museo ''sui géneris, pues posee una colección muy diversa, que necesita tener hasta cierto punto una personalidad clásica, pero sin negar que está siendo producido en un momento actual", apunta Romero.
Al respecto, también se busca ''cierta piel, cierta presencia en la ciudad como un museo de la contemporaneidad".
La estructura es básicamente de tres niveles: ''El estacionamiento, un edificio que tiene a nivel de calle todos los servicios, bodegas.
''Luego tiene un gran espacio multiusos que es un gran foyer, después como una solución estructural interesante mediante dos sistemas de vigas, que libera de columnas las dos plantas, primera y tercera."
Fernando Romero tiene otros proyectos museísticos: el Museo de la Frontera de Matamoros, Tamaulipas; el Museo-puente de la Inmigración entre México y Estados Unidos, para El Paso, Texas; el Museo Internacional del Holocausto, de esa misma ciudad, y el Museo de la Inmigración de los Nuevos Americanos, para San Diego, California.