Habla Evo Morales ante el Parlamento Europeo
Bolivia tiene derecho a dejar de ser un "Estado mendigo"
Ampliar la imagen Saludo entre el presidente de Bolivia, Evo Morales, y el líder del Parlamento Europeo, Josep Borrel, en Estrasburgo, ayer Foto: Reuters
Estrasburgo, 15 de mayo. Bolivia tiene derecho a explotar sus recursos para dejar de ser un "Estado mendigo", afirmó hoy el presidente Evo Morales ante el Parlamento Europeo, donde denunció además que "el verdadero narcotraficante no es el que está en la cárcel, sino el que mueve millones de dólares a través de la banca privada", amparado por el secreto institucional.
Instantes previos a su comparecencia -en medio de quejas por la nacionalización y por los pronunciamientos del mandatario boliviano en Viena, en contra de las condenas oficiales a los "cultivos ilícitos"-, los europarlamentarios derechistas del Partido Popular Europeo-Demócratas Europeos, abandonaron el recinto legislativo, frustrados porque no pudieron impedir la presentación de Morales.
El mandatario comentó que la ausencia de derechistas fue una muestra de "desprecio y humillación y no de diálogo" y acotó: "No quiero entender que sea una muestra de racismo u odio a nuestras familias".
En una reunión especial con parlamentarios de un comité de relaciones internacionales, el legislador español José Ignacio Salafranca (PPE-DE), cuestionó ante Morales la política presidencial sobre los hidrocarburos porque, dijo, no es "amistosa", pero el presidente boliviano reiteró que las empresas extranjeras tienen derecho a las utilidades, pero el gobierno tendrá el control.
En la cuarta cumbre eurolatinoamericana de la semana pasada, Morales hizo público su desacuerdo con la incorporación de la frase "cultivos ilícitos" en la Declaración de Viena, porque alude a las plantaciones de hoja de coca que el nuevo gobierno valora por sus propiedades medicinales y culturales. La coca en su estado natural "no mata a nadie", dijo el gobernante boliviano, quien logró eliminar la alusión en el documento firmado en Viena.
En Estrasburgo, Evo Morales, un indígena aymara, concluyó su discurso con un señalamiento sobre el sentido de su gira por Europa.
Los gobernantes que estuvieron en anteriores administraciones, afirmó, salían al extranjero a "mendigar", pero ahora "queremos aumentar volúmenes de exportación y mejorar precios. No se trata de chantajear, sino de acabar con el Estado mendigo".
En conferencia de prensa, Morales dijo que las concesiones mineras que no representen una inversión podrían ser el próximo objetivo de la política de nacionalizaciones, pero aclaró que esa decisión "no va a estar en manos de mi gobierno, sino de la Asamblea Constituyente" que será elegida en julio.
Mientras, dos empresas que tienen inversiones en Bolivia, la francesa Total y la holandesa Royal Dutch Shell, mostraron hoy posturas contrarias sobre la nacionalización decretada el 1º de mayo pasado.
En su primer pronunciamiento sobre el tema, el presidente de Total, Thierry Desmarest, dijo que la compañía "llegó a ese país y creó riqueza descubriendo yacimientos de gas relativamente importantes y cree que aún puede aportar mucho explotando esos yacimientos, pero no lo va a hacer bajo cualquier condición".
A su vez, el director general de la corporación holandesa, Jeroen van der Veer, dijo en entrevista al diario británico Financial Times que el surgimiento del nacionalismo en países productores de petróleo y gas es "una realidad nueva", acentuada por el constante aumento en las cotizaciones de hidrocarburos.