Usted está aquí: martes 16 de mayo de 2006 Política La derecha nunca ha visto con buenos ojos la educación pública: AMLO

Pospone el tema para después de los comicios, porque "vamos a ganar"

La derecha nunca ha visto con buenos ojos la educación pública: AMLO

El Estado debe garantizar que no se convierta en privilegio o mercancía, advirtió

ENRIQUE MENDEZ

Investigadores y académicos presentaron ayer, en una reunión con el candidato presidencial de la coalición Por el bien de todos, Andrés Manuel López Obrador, un conjunto de propuestas para implementar una política educativa democrática que, como planteó Gilberto Guevara Niebla, implica que "la sociedad recupere el control de la educación, que no debe manipularse como una maquinaria electoral", y la reforma del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

Durante el foro Sociedad del conocimiento, organizado por el Consejo consultivo para un proyecto alternativo de Nación, que preside Porfirio Muñoz Ledo, el embajador e investigador de la UNAM Víctor Flores Olea afirmó que ninguna otra categoría del pensamiento político ha sufrido falsificación mayor que la democracia, lamentó que esté acotada por las elites del poder y cuestionó la campaña "fascistoide del voto del miedo" emprendida desde el Partido Acción Nacional.

López Obrador no presentó su propuesta educativa, aunque criticó el hecho de que la educación en México fue ajustada desde el gobierno de Miguel de la Madrid a la política neoliberal, que condujo a su privatización y convocó a los especialistas a ayudarlo a elaborar un plan nacional para la educación.

Acotó que como faltan menos de 50 días para las elecciones, es preferible optar por dedicarse a la campaña. "Ahora tenemos que ocuparnos más de eso, pero después del 2 de julio vamos a tener más tiempo para la elaboración de programas, porque vamos a triunfar. No es poca cosa ganarle a la derecha, que nunca ha visto con buenos ojos la educación pública", expresó.

El sentido del plan de educación, dijo, es modificar la orientación que durante 24 años le han dado los gobiernos neoliberales al proceso educativo, que con la reforma al artículo tercero de la Constitución limitó la obligación del Estado a los niveles básicos, pero se olvidó de la educación media y la superior.

"El Estado está obligado a garantizar la educación pública, gratuita, de calidad. La educación no se puede convertir en una mercancía que se pone al mercado para ver quién la puede adquirir. No se puede convertir en un privilegio, porque es derecho del pueblo", afirmó.

Martha Lamas, antropóloga y colaboradora de La Jornada, planteó un modelo de educación para la igualdad, que permita "desarraigar desde la niñez las raíces síquicas del odio", porque desde las escuelas se convierten en espacios para la reproducción de actitudes de rechazo, miedo o desprecio al otro.

"México requiere una educación cívica que asuma emociones centrales para la revitalización de la vida pública, como por ejemplo la indignación ante la injusticia; que enseñe a rechazar las demostraciones del odio clasista, racista, machista, homófobo y de intolerancia religiosa. Educar a los niños en el respeto a la igualdad, para luego enseñarles a analizar las desigualdades entre hombres y mujeres", expuso.

Gilberto Guevara, director de la división de ciencias sociales de la UAM-Xochimilco, presentó una serie de propuestas para establecer una política educativa de Estado sobre cuatro bases: democratizar la educación, para no permitir que intereses particulares se entronicen en el sistema educativo y sean éstos los que decidan la enseñanza; profundizar la descentralización y otorgar a la escuela y a los maestros poder de decisión sobre planes, programas y materiales; democratizar al sindicato, porque los maestros no pueden formar ciudadanos aptos para la democracia si ellos mismos no la ponen en práctica, y la profesionalización, libre de tutelas, del magisterio.

Janette Góngora, maestra en medicina social y sociología, académica de la UAM y de la Universidad Pedagógica Nacional, expuso las deficiencias del sistema de guarderías que, describió, se limita a la guarda y cuidado de los hijos de madres trabajadoras, pero no garantiza el derecho a la educación inicial, que "se concibe más como mercancía y prestación social y no como derecho de la infancia".

La desatención en este rubro, dijo, condujo a la proliferación de guarderías privadas, que "son oportunidades de negocio: cada día se abre una con los nombres de Mickey Mouse o de Winnie Pooh. Se necesita sólo un garaje para guardar niños, (pero) la mercantilización de la educación inicial es un peligro para la primera infancia".

Esa tendencia se acentuó, como explicó Axel Didriksson, investigador del Centro de Estudios sobre la Universidad, dependiente de la UNAM, en la proliferación de universidades privadas, conocidas como "patito", lo que habla de la "contribución del gobierno (de Fox) en materia educativa: la patitización de la educación superior".

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.