Comenta el canciller Derbez la llegada de la Guardia Nacional a la frontera

Tibia preocupación del gobierno de México ante el anuncio estadunidense

La medida debe acompañarse de avances suficientes en el proceso legislativo para aprobar una reforma migratoria integral, sostiene la Secretaría de Relaciones Exteriores

JOSE ANTONIO ROMAN

Ante el despliegue de miles de soldados estadunidenses a la frontera, anunciada anoche por el presidente George W. Bush, el gobierno de México se limitó a expresar su preocupación de que estas acciones, que implican la participación de la Guardia Nacional, no estén acompañadas de los avances suficientes en el proceso legislativo que vive el Congreso de ese país para aprobar una reforma migratoria integral.

Al fijar la posición del gobierno mexicano, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) anunció también que las representaciones consulares en ese país "redoblarán" esfuerzos para garantizar el debido respeto a los derechos de nuestros connacionales. "No se escatimará recurso alguno en esta tarea", aseguró.

Advirtió que sólo en la medida en que se cuente con mayores y mejores vías para que la migración ocurra de forma legal, los recursos que ambos países empleen para garantizar la seguridad de nuestra frontera común estarán mejor orientados a combatir los verdaderos riesgos del crimen organizado, como el narcotráfico, el tráfico y la trata de personas y cualquier otra amenaza.

En la declaración, la cancillería mexicana dijo haber apreciado dos cosas del mensaje del presidente Bush al pueblo estadunidense: primero, un reconocimiento a la importancia que los inmigrantes tienen para la vida económica, social y política de ese país, y segundo, un respaldo a la visión de que todas las aristas del fenómeno migratorio deben ser atendidas a través de una reforma integral.

En su posicionamiento, el gobierno mexicano señala que ha seguido y seguirá con gran atención el desarrollo del debate migratorio que tiene lugar en Estados Unidos, empleando todos los canales políticos y diplomáticos conducentes y a su alcance, a fin de impulsar una reforma integral que contemple modernizar los esquemas de trabajo temporal existentes; que ofrezca una solución para los millones de mexicanos que residen en ese país sin la documentación requerida, y que permita a ambos países contar con una frontera más segura. Todo ello bajo un principio de responsabilidad compartida.

Aseguró que durante la administración del presidente Vicente Fox, el gobierno de México ha promovido el establecimiento de nuevos mecanismos que garanticen una migración legal, segura, ordenada y respetuosa de los derechos de las personas entre México y Estados Unidos. ''Lo ha hecho con la firme convicción de que alcanzar este objetivo abonará a la prosperidad y seguridad de ambas naciones''.

Además, las dependencias que tienen competencia en este tema han recibido, ''como instrucción precisa del Presidente de la República, hacer todo lo que esté a su alcance para mejorar las condiciones de vida de los mexicanos que residen en Estados Unidos y para asegurar el respeto de sus derechos'', dice el comunicado emitido anoche.

En tanto, por la mañana, el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, señaló que una militarización de la frontera por parte de Estados Unidos sería algo "completamente opuesto" a lo que debe existir entre ambos países, que son amigos y socios preferenciales, pero sobre todo porque hay una relación "muy positiva" y los presidentes habían hablado este tema durante su encuentro en Cancún, a finales de marzo pasado.

Inclusive, recordó que en su conversación telefónica del pasado domingo el mandatario estadunidense dijo que no había ninguna intención de militarizar la frontera, y que lo publicado por agencias internacionales "había sido probablemente un rumor que se había desatado, porque en realidad lo que él estaba planteando era un incremento en el número de personal de la policía fronteriza".

Esto último, dijo el secretario Derbez, "ya se ha estado discutiendo en los últimos seis meses como parte de un proceso en el Senado y en el Congreso de Estados Unidos con la Casa Blanca".

Por otra parte, el canciller se refirió al amago del presidente venezolano, Hugo Chávez, de abandonar el llamado Grupo de los Tres, integrado junto con Colombia. Señaló que aunque todavía no se tiene información oficial del gobierno de Venezuela, en caso de darse, México y Colombia reforzarían su intercambio comercial e inclusive analizarían la viabilidad de trabajar con otros países como Perú, Ecuador y Panamá, interesados en formar parte de esa sociedad.

"No hemos recibido nada oficial, hemos escuchado mucho estos comentarios, incluyéndose por supuesto los del señor presidente Chávez, pero no hemos recibido nada oficial, de modo que mientras no haya nada no ocurre nada", precisó el canciller mexicano, quien sin embargo advirtió que si verdaderamente Venezuela deseara salir del G-3, esta decisión deberá darse dentro de los parámetros establecidos en el acuerdo.