Usted está aquí: lunes 15 de mayo de 2006 Economía MEXICO SA

MEXICO SA

Carlos Fernández Vega

La aritmética del "cambio" sólo suma... cuando así conviene

Autocomplaciente balance intenta esconder bajo la alfombra la basura económica

YA SE VAN, aunque no quieran, y en su autocomplaciente balance los señores del "cambio" intentan echar la basura económica debajo de la alfombra. De un plumazo borran la mitad del sexenio foxista, "la peor parte", y celebran los "logros" de la otra mitad.

UNA ORGULLOSA Secretaría de Hacienda aplaude los "notables avances" reportados y subraya el crecimiento promedio alcanzado, en "la mitad buena": 3.8 por ciento (en realidad 3.6)... en 2004 y 2005, más una proporción similar en 2006, si el Altísimo así lo decide.

ES LA ARITMETICA del "cambio", aquella que sólo suma (cuando así conviene), nunca resta (ídem). Esa ha sido la dinámica a lo largo del gobierno -como le llaman- foxista. Así, la generación de empleo alcanza "cifras históricas", la inflación es "la más baja" desde la fundación de Tenochtitlan, el riesgo país es el menor desde que Hernán Cortés pisó suelo veracruzano y el crecimiento económico del país "es firme y sostenido como nunca antes".

SI EN TERMINOS económicos 2004 y 2005 fueron "los mejores años del sexenio", ¿cómo estuvieron los peores? De eso saben mucho los mexicanos, quienes a final de cuentas han sido los que pagan los platos rotos.

EN MATERIA DE crecimiento económico, el balance del primer trienio del "cambio", que por obvias razones excluye el panegírico de Hacienda (Economía mexicana: avances y retos para el futuro), es desastroso: 0.6 por ciento como tasa anual promedio de "crecimiento" del producto interno bruto (PIB), amén de la pérdida de alrededor de 600 mil empleos formales, permanentes 90 por ciento de ellos.

EN EL CUARTO año del "cambio" apareció el garbanzo de a libra del sexenio: el PIB avanzó 4.2 por ciento. Con ese dato incluido, la tasa anual promedio de "crecimiento" se elevó a la fabulosa cifra de 1.5 por ciento, con un saldo neto de empleo perdido de 265 mil plazas formales, el grueso de ellas permanentes.

DESPUES DE ESE triunfo del "cambio", el reporte 2005 reveló un crecimiento de 3 por ciento en el PIB, de tal suerte que la referida tasa anual promedio pasó a ser de 1.8 por ciento en la administración foxista, y por primera vez en cinco años de gobierno del "cambio" sus cabezas visibles podían presumir que el número de empleos formales registrados por el Instituto Mexicano del Seguro Social resultaba mayor (2.4 por ciento, mayoritariamente por plazas eventuales) al registrado el día en que Vicente Fox se sentó en Los Pinos.

ESTA AQUI 2006, y el mejor pronóstico es que la economía mexicana no avance más allá de 3.6 por ciento en el año, por mucho que los jilgueros gubernamentales insistan en una tasa de 4 por ciento, diferencia que para efectos prácticos no cambiaría mayormente las cosas. De concretarse cualquiera de las estimaciones, la tasa anual promedio de crecimiento del PIB en el "cambio" sería de 2.1 a 2.2 por ciento, el peor resultado económico en 25 años. De alcanzarse, también, el cálculo sobre el empleo formal en el presente año, el saldo neto en este equivaldría, siendo generosos, a una plaza generada por cada 10 requeridas.

ESAS SON LAS cifras oficiales, es decir, de la propia Secretaría de Hacienda, la dependencia pública que insiste en esconder bajo la de por sí abultada alfombra los raquíticos resultados económicos del sexenio del "cambio", cifras que contrastan con el panegírico que ayer domingo distribuyó la institución a cargo de Francisco Gil Díaz y sus arrodillados tecnócratas:

"SI BIEN EL crecimiento de la economía no ha sido tan alto como se deseaba (en parte, debido a las condiciones externas, en especial a la desaceleración de la economía estadunidense), sí ha mantenido un avance promedio en los dos últimos años de 3.8 por ciento. Además, la inflación ha descendido progresivamente. Además de consolidar la estabilidad macroeconómica y fortalecer y profundizar el sistema financiero, las políticas aplicadas en la actual administración, específicamente en materia hacendaria, han generado notables avances...". Eso dice Hacienda, aunque algo opuesto piensan y padecen los mexicanos.

DE ACUERDO CON la estadística de la Cepal, el comportamiento económico mexicano en el sexenio foxista (el completo, no los dos años cacareados por Hacienda) sólo ha acumulado el de por sí abultado déficit social. En los cinco años documentados (si en 2006 se concretan los pronósticos referidos el balance no cambiaría), el "avance" del PIB ha sido menor al promedio latinoamericano: 2.75 por ciento de la región, contra 2.1 (tal vez 2.2) por ciento de México.

LO MEJOR DEL caso es que los del "cambio" histéricamente gritan que el peligro para México está en la tienda de enfrente.

Las rebanadas del pastel:

UN DIA SIN SLIM, sueño de los lectores: "los monopolios dan origen al abuso y al despotismo. Este es el caso Telmex, que, no habiendo otra compañía que dé servicio telefónico local, comete atropellos contra sus clientes cautivos en contubernio con otros mafiosos, como Beth Services (RFC BSE040308, con sede en Nuevo León). He recibido cargos indebidos de esta empresa en mi recibo ¡de Telmex, claro!, por servicios no prestados, y como buen ciudadano pensé en el espot de ¡Háblele!, y solucionar mi problema en un Infinitum. Caso decepcionante. Para empezar, Beth contestó que no sabía nada y se negó a grabar la llamada de reclamo, lo cual es obligatorio. Después Prodigy, por conducto del operador Raymundo Rodríguez, también se negó a grabar mi llamada, y dijo que Prodigy no era Telmex, y que además las llamadas eran de páginas pornográficas. ¿O sea, me confundió con mi góber precioso? A mi edad ya vi mucha pornografía y me gusta practicarla decentemente, no verla. Ya por último, recurro a la según yo ombudsman Profeco y me dicen que lleve copia de no sé qué, carta poder, todos los recibos, que debo ir hasta sus oficinas -le comenté que usaba muletas, y me dijo que no había de otra-; confidencialmente me comentó que Telmex es una de las empresas mas demandadas y que yo no tenía obligación de pagar cargos no aceptados. Seguí el consejo de no pagar esos cargos y ahora por culpa del contubernio Telmex, Beth y Profeco, me encuentro incomunicado, después de ser cliente por más de 20 años. En las oficinas de Telmex me dicen: paga o paga" (Miguel Palma, [email protected]).

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