Sus piezas Frenesí y Perfidia han sido interpretadas por más de 200 artistas
Celebran con un libro 95 años de Alberto Domínguez Borrás
Como fundador de la Sociedad de Autores y Compositores de Música ayudó a la dignificación de la propiedad artística y dio pautas a las autoridades para corregir defectos legales sobre la autoría
A 25 años de su deceso, la obra del músico Alberto Domínguez Borrás está vigente, y sus composiciones siguen sumando intérpretes, como Luis Miguel, Plácido Domingo, Ricardo Montaner y Café Tacuba, quienes han cantado Perfidia, una de sus joyas, y que se han añadido a los históricos nombres de Benny Goodman, Frank Pourcel, Glen Miller y Louis Armstrong, por citar algunos de los 239 intérpretes de la pieza.
Al lado de Perfidia se halla Frenesí, con 209 intérpretes, como Artie Shaw, Billy May, Dave Brubeck, Duke Ellington, Frank Sinatra, Javier Solís, Milton Nascimento y Ray Charles.
Con motivo del 95 aniversario de su natalicio (San Cristóbal de las Casas, Chiapas, 21 de abril de 1911) se presentó hace días el libro Alberto Domínguez Borrás. Su vida, su batalla autoral, escrito por Guadalupe Estrada Pérez, donde se destaca que fue compositor de tiempo completo, primero, al lado de su padre y hermanos en la afamada Lira de San Cristóbal de las Casas, después, con Gonzalo Curiel y otros grandes artistas. Finalmente en los grupos que fundó.
Referente de la composición hispana
Durante la época de oro de la canción romántica, el chiapaneco aportó los temas legendarios. Su obra es extensa, pero estas dos piezas marcaron un hito en la composición hispana. Sus canciones se escuchan en 12 idiomas.
El libro reúne testimonios y anécdotas de familiares y amigos. El sincretismo entre lo social y lo individual se manifestó abiertamente en la vida de Domínguez Borrás, luego del éxito de Perfidia y Frenesí, porque la riqueza que le produjeron le permitió identificar las difíciles condiciones a las que se enfrenta el autor en el reconocimiento de sus derechos.
"El éxito internacional que alcanzaron esas melodías ubicó en su mente que él solo no podía llevar a cabo la lucha y los reclamos de equidad en el trato legal, político y económico para los autores. El contexto social en el que tomó forma y carácter su lucha le permitió, en un principio, formar un sindicato, para después convertirlo en la Sociedad de Autores y Compositores de Música.
"El enfrentamiento con los empresarios fue benéfico, porque exigió a los autores, como corporación, la identificación de muchas anomalías y evolucionar 'en la línea de fuego', dando pautas a las autoridades para que se corrigieran los defectos de la apreciación legal del problema que enfrentaban.
"A partir de entonces -señala Estrada Pérez-, Alberto Domínguez y la corporación autoral mexicana correspondiente propugnaron porque el derecho de autor, a la vez que dignifique la propiedad que tiene sobre su obra, regularice las actividades de las sociedades autorales y los derechos que en materia musical tengan las empresas."
Mucho ayudó a estos propósitos que Perfidia entrara a Estados Unidos en 1939. Artie Shaw hizo famosa la pieza Frenesí, a tal grado que se le apodó Mr. Frenesí. Emilio Azcárraga le dijo: "Nunca vendas tu música, porque es el seguro que te permitirá saciar tus necesidades en la vejez". Por esto, Domínguez Borrás firmó un contrato de edición con Peer International, empresa que desde entonces se ostenta como su salvador.
La manera de conducirse de Alberto Domínguez fue la fuerza que hizo crecer a la corporación autoral mexicana, tanto en el país como en el extranjero.
El libro incluye las letras de algunas de sus composiciones, la filmografía donde se escuchan sus canciones y testimonios de artistas sobre su vida y obra, sobre su amistad y bonhomía.