Pide el titular de la SSP al Ejecutivo y Legislativo encontrar puntos de convergencia
La reforma a ley sobre narcomenudeo, bocanada de aire a la legislación: Medina
La reacción de Estados Unidos a la medida, por ignorancia, considera John Wolsh
Tras el veto presidencial a la reforma de la ley sobre narcomenudeo, el secretario de Seguridad Pública Federal, Eduardo Medina Mora, admitió que la legislación citada representa un avance extraordinario porque "es una bocanada de aire fresco en la necesidad de ajustar nuestro marco constitucional y jurídico para combatir con eficacia algo que es el principal problema de seguridad pública de nuestro país".
Al participar en un foro de análisis a la reforma legal en materia de consumo de drogas, el funcionario adujo que en la ley vetada se detectaron disposiciones que podrían generar confusión o malas interpretaciones, y por esa razón llamó a los poderes Legislativo y Ejecutivo a encontrar puntos de convergencia para definir las contradicciones, porque el combate al narcomenudeo es y debe ser la prioridad en materia de seguridad pública.
No obstante, los puntos de diferendo, Medina Mora señaló que la reforma significa uno de los mayores y más valiosos esfuerzos para sumar los cuerpos policiales y de investigación de los tres órdenes de gobierno en la lucha de posesión, distribución y suministro de droga. También establece reglas claras para el reparto de competencias al establecer de manera objetiva el límite de narcóticos para la no penalización de los adictos, y distinguir con claridad el narcomenudeo.
Como es de recordar el pasado 3 de mayo, Vicente Fox vetó las reformas a la Ley General de Salud y a los códigos Penal, Federal y Federal de Procedimientos Penales. Tal hecho fue calificado por John Wolsh, director de la Associate for Mexico, Security and Drugs Policy, como la respuesta a la histeria de George W. Bush que orilló a Vicente Fox Quesada a rechazar esas reformas legales:
"La reacción de Estados Unidos fue fundada en la ignorancia porque la percepción en aquel país, y en especial de su gobierno, es la de no permitir que ninguna nación, sobre todo de Latinoamérica, dé un paso hacia la legalización. Otro aspecto para sobredimensionarlo es que las palabras despenalizar y descriminalizar, en Estado Unidos se traslada a la interpretación de legalizar".