Mal planeado un centro vacacional en Cancún, afirman ambientalistas
Cancún, 11 de mayo. Armados con estadísticas sobre luz solar, temperaturas y lluvias, un grupo de burócratas del banco central analizó el territorio mexicano a finales de la década de los 60 para ubicar el sitio perfecto para instalar un lujoso centro vacacional.
A mediados de la década siguiente, lo que alguna vez fue un área desolada y arenosa en el Caribe, conocida sólo por algunos pescadores, era ya un lujoso centro vacacional conocido mundialmente, que proporcionaba a México una importante cantidad de dólares.
Sin embargo, hay un problema: este paraíso se encuentra en el paso de los huracanes.
El ciclón Wilma -que en octubre pasado arrasó con la playa de Cancún, devastó sus hoteles y confinó a miles de turistas a improvisados refugios- resaltó los peligros de subestimar el poder de la naturaleza al momento de planear un lugar como éste.
"No estuvo mal construirlo aquí", dijo Araceli Domínguez, presidenta del grupo ambientalista con sede en Cancún Gema. "El problema es la forma en cómo lo construyeron.
"Es una zona de huracanes. ¿Qué esperaban si ponen edificios a 20 metros del mar? (...) Eventualmente el mar se los va a llevar", señaló.
Wilma, uno de los huracanes más devastadores que han golpeado al país, cambió el año pasado la apariencia lujosa y exclusiva de Cancún, para asemejarla a una zona de guerra.
Reuters