Usted está aquí: viernes 12 de mayo de 2006 Opinión La ofensiva

Luis Javier Garrido

La ofensiva

Las violentas acciones de represión lanzadas por el gobierno foxista, primero contra los mineros y metalúrgicos, y ahora contra los campesinos de Atenco, lo están llevando a una crisis de fin de régimen que ahonda el desastre nacional.

1. Las operaciones represivas, decididas por Fox, contra los campesinos de San Salvador Atenco, que pretendían cobrar revancha, enviar un mensaje de amedrentamiento a los mexicanos y crear un escenario de miedo con vistas a las elecciones de julio, se han revertido contra el propio Fox, su gobierno y su delfín Felipe Calderón, evidenciando la naturaleza fascistoide del poder que ahora gobierna a México.

2. El fracaso de Fox ha sido total con sus nuevas iniciativas, tanto por el escándalo internacional suscitado tras evidenciarse que en México no hay un estado de derecho, luego de la brutalidad de la violación a los derechos fundamentales y a las garantías procesales de muchos mexicanos y a la expulsión de extranjeros, como a escala nacional por el fracaso de la utilización mediática de la violencia generada por tales iniciativas que evidencian el riesgo enorme que tendría para los mexicanos llevar a Calderón a Los Pinos.

3. Las represiones en el pasado fueron por el miedo y la barbarie de los gobernantes ante el descontento popular. Las represiones de Fox en 2006 -en abril en Lázaro Cárdenas (Michoacán), en mayo en San Salvador Atenco (estado de México) y las que se ven venir- se deben no sólo a esto, sino a un plan preparado en Los Pinos por la ultraderecha yunquista con el aval y la complacencia del salinismo, para crear mayor clima de inestabilidad social a dos meses de las elecciones, el que, según suponen estos aprendices de brujo, permitiría a Calderón ganarlas y entronizar seis años más en el poder los intereses minoritarios que están prevaleciendo en el país por sobre los derechos de las mayorías.

4. El esquema utilizado desde Los Pinos para instaurar un clima de tensión y violencia en México, que pudiera impulsar a algunos sectores indecisos a votar por Calderón, quien en nombre de la ultraderecha promete un gobierno de mano dura ante los supuestos peligros que amenazarían a todos, se funda en los textos clásicos del fascismo italiano y del nacionalsocialismo alemán, pero sobre todo en los principios de la guerra preventiva de los halcones del Pentágono que se busca aplicar a escala nacional. La guerra preventiva de Bush busca provocar en algún grupo, comunidad o nación acciones de legítima defensa que permitan "justificar" una intervención armada y mantener a través de los medios un clima de confrontación.

5. La pregunta sobre las sinrazones de la violencia oficial está encontrando su respuesta ante la obviedad de la trama urdida por los cerebros yunquistas y calderonistas. La brutalidad de la represión ejercida por militares y policías, que ha dejado hasta ahora cientos de violaciones elementales a los derechos humanos y a las garantías procesales de los injustamente detenidos, como en las peores épocas de nuestra historia, no sólo fue resultado de una venganza de Fox, primero contra los mineros y metalúrgicos que se le han enfrentado por su intromisión en la vida interna de su sindicato, y luego contra el Frente Popular de Defensa de la Tierra de San Salvador Atenco, que encabezó en 2002 el movimiento victorioso que impidió al gobierno federal despojarlos de sus tierras para construir ahí un aeropuerto. Ni es nada más "un mensaje" que la derecha panista y salinista envía a los mexicanos para doblegarlos en vistas al cambio de gobierno, aunque lo sea. El desarrollo de los acontecimientos muestra que Fox y Salinas buscan exacerbar la indignación popular al mostrar en los medios, con lujo de detalles, las acciones de barbarie en un escenario mediático que tiene el obvio propósito de generar mayor indignación popular. La barbarie de los operativos policiaco-militares no sólo se debió a la falta de profesionalismo de los policías, sino a que llevaban órdenes expresas de comportarse con brutalidad. De acuerdo con Juan de Dios Hernández Monge, abogado de 140 de los detenidos, 80 por ciento de ellos mostraba signos de la violencia policial.

6. Y ése es el aspecto más grave de los crímenes cometidos por el gobierno foxista, como si los otros no lo fueran. El escenario que se está imponiendo a dos meses de las elecciones no es accidental ni son casualidades que se concatenan para determinar la tensión prevaleciente que puede llevar a que el círculo perverso de acciones de resistencia civil y de nuevas represiones se prolongue hasta julio. Los crímenes de Estado más recientes del foxismo, de los cuales el principal responsable es Vicente Fox, al que desde hace mucho se debió haber instaurado un juicio político, van directamente a un objetivo: imponer a Calderón en la silla presidencial con un supuesto escenario "de miedo", empresa destinada al fracaso.

7. Y es que el error histórico de Fox es creer que al pueblo mexicano se le puede seguir manipulando con los medios. Y es también el error de los directivos de Televisa, que suponen, tras la entrevista que hizo Carlos Loret al Sub Marcos, quien exigió la libertad inmediata de los detenidos, lavaron su imagen y lograron ocultar su corresponsabilidad en muchos de los ilícitos del régimen.

8. El movimiento social no puede cejar en su deber de exigir la libertad inmediata de Ignacio del Valle, ejemplar luchador social, y de todos los injustamente detenidos; y que se aplique todo el rigor de la ley a los políticos y jefes policiacos que instrumentaron las acciones represivas criminales y que son responsables de graves delitos y de violaciones constitucionales, pero tienen que hacerlo con las más imaginativas acciones de resistencia civil y también con toda su inteligencia.

9. Es una vergüenza que individuos como Carlos Abascal, Francisco Javier Salazar, Eduardo Medina Mora, Wilfredo Robledo y Vicente Fox, en particular, estén aún en el cargo. Fox es el que está agravando los conflictos sociales con tal de imponerse en las elecciones, sin importarle muertos y heridos, violaciones, saqueos y detenciones, aunque pretenda ocultar su irresponsabilidad culpando a las autoridades locales, que son indudablemente corresponsables con él de múltiples ilícitos, pero mucho menos que él, cuyo gobierno ha fraguado todos estos operativos represivos de Estado. Por eso ayer los manifestantes le gritaron "asesino" durante la gira que hizo a Viena, con prepotente patrimonialismo, acompañado de un séquito de familiares.

10. La primera acusación a Del Valle y a sus compañeros fue "delincuencia organizada" para justificar la criminalización de un movimiento social y el encierro en el penal de alta seguridad de La Palma, donde deberían estar quienes ahora gobiernan el país. Fox y sus amigos, asociados todos al salinismo y a muchos de los empresarios enriquecidos por el narco, son quienes han incurrido en el delito de "delincuencia organizada" desde la cúspide del Estado.

 
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