Usted está aquí: viernes 12 de mayo de 2006 Política Se restablecerá la relación con México, promete Hugo Chávez

El G-3, una entelequia; adelanta la salida de Venezuela

Se restablecerá la relación con México, promete Hugo Chávez

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Roma, 11 de mayo. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, afirmó hoy que las relaciones bilaterales de su país con México están congeladas, y dijo que espera la normalización de las mismas con el próximo gobierno mexicano.

"Cuando pasen las elecciones (en México), gane quien gane la Presidencia de la República, espero se retorne a la normalización de las relaciones diplomáticas", aseveró Chávez en una conferencia de prensa durante parte de la visita que realiza por Italia y el Vaticano.

El mandatario venezolano señaló que las relaciones con México "lamentablemente están como que congeladas", y atribuyó esta situación a lo que llamó una "cartilla imperial".

Se trata de un fenómeno como de "cartilla imperial" usado por partidos de derecha. Esta "cartilla" la van pasando de país en país, meten a Venezuela en la campaña electoral interna y arremeten contra mí", sostuvo Chávez.

Por otra parte, calificó como "una farsa" al Grupo de los Tres (G-3, suscrito en 1994 por Venezuela, Colombia y México), y dijo que "en la realidad nunca existió" ese acuerdo comercial.

"Estamos analizando salir del G-3 porque éste nunca existió en verdad", reiteró el presidente de Venezuela.

"No tenemos nada que buscar en el Grupo de los Tres, el cien por ciento del tiempo lo dedicaremos a una verdadera integración latinoamericana; esa es la prioridad número uno, por ello nos vamos liberando de lazos que no beneficien a nuestro país", consideró.

En opinión de Chávez, en América Latina la relación entre las naciones está cambiando cualitativamente y que, en este cambio, su país se ha convertido "en una pieza de engranaje, en una bisagra en lo geográfico y lo político".

Calificó a Sudamérica como un "cono energético" y señaló a esa realidad como la carta más fuerte para la integración, con un modelo basado en la solidaridad y la complementariedad, no sobre la competencia, que es una premisa del neoliberalismo.

El proyecto concreto en este sentido es el "Megagasoducto del Sur" del cual ya existe un acuerdo con los presidentes de Brasil, Lula da Silva y Argentina, Néstor Kirchner.

Según Chávez, el gasoducto tendría una extensión de ocho mil kilómetros desde las costas de Venezuela, pasando por la amazonia hasta Manaos, Fortaleza, Recife, Brasilia, Río de Janeiro, San Pablo (en Brasil), Montevideo (Uruguay) y Buenos Aires (Argentina).

"Este se unirá con el gasoducto Bolivia-Brasil y Bolivia-Argentina, proveerá 150 millones de metros cúbicos de gas por día, generaría un millón de empleos y costará 20 mil millones de dólares, para los cuales ya existen financistas", dijo.

Chávez negó, por otra parte, la existencia de "supuestas tensiones" entre su gobierno y el brasileño al tiempo que solicitó no sobredimensionar las declaraciones del canciller del Brasil en lo que calificó como "una situación presionante".

Arremetió de nueva cuenta contra Estados Unidos, país al que acusó de ser el "artífice" de estas malas interpretaciones, y subrayó que "en Venezuela no nos mandan desde la Casa Blanca, ya no somos esclavos y no lo seremos más, por eso nos demonizan: es el imperio".

"Bush debe ser juzgado por el tribunal internacional bajo el cargo de genocidio por lo que está haciendo en Irak quizás no deseamos ver la verdad pero lo cierto es que destrozó a aquel pueblo. Ahora amenaza" a Irán, afirmó.

"Estados Unidos amenaza la faz de la tierra y todos estamos en peligro, pero en este siglo le toca morir al imperio norteamericano: si se mantiene otro siglo destrozará todo el planeta", sentenció.

 
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