Tema energético ahonda las diferencias con los países sudamericanos
Esperemos que el próximo presidente sea muy trinchón, confía Fox en Viena
No toda América Latina va en la ruta del socialismo, explica a empresarios europeos
Ampliar la imagen Estrechan sus manos para la foto los presidentes de México y Austria, Vicente Fox y Heinz Fischer, a la izquierda Margit Fischer y Marta Sahagún Foto: Ap
Viena, Austria, 11 de mayo El Presidente Vicente Fox aseveró que México busca con su homólogo boliviano, Evo Morales, una relación "armónica y constructiva" que brinde apoyo al país sudamericano en su lucha contra la pobreza y no para asegurar una fuente de gas natural.
Sin embargo, a dos días del encuentro privado con el ex líder cocalero (a celebrarse aquí el próximo sábado), habría manifestado en entrevista con el Financial Times su desacuerdo con la nacionalización de hidrocarburos decretada por el gobierno de La Paz, según comentó una fuente de la Presidencia.
En la víspera de la cuarta reunión de jefes de Estado y de gobierno de América Latina y el Caribe-Unión Europea -regiones en las que abunda la división entre miembros de los bloques comerciales- el mandatario mexicano dijo que no es verdad que toda Latinoamérica vaya al socialismo y, en cambio, se presentó en diversos foros como activo promotor del libre mercado, el multilateralismo y la combinación entre inversión pública y privada, la ruta "marcada por los maestros de Inglaterra", señaló.
Se cree -dijo el Presidente Fox- que toda Latinoamérica se está moviendo hacia los partidos socialistas. En primer lugar esto no es verdad. Hay muchos países donde se han decidido (sic) por gobiernos de centro o, incluso, de derecha, es decir, hay muchos tipos de gobierno en Latinoamérica.
En el encuentro con el sector académico y estudiantes de Posgrado de la Academia Diplomática de Viena, identificada como un ícono austriaco -donde se formó, por ejemplo, el ex canciller estadounidense Henry Kissinger- el mandatario puso como ejemplo a México y Chile como "casos exitosos" sustentados en el libre comercio y en naciones que otorgan, desde esta óptica, seguridad para los inversionistas.
"La pregunta es qué es socialismo, qué es populismo, qué es demagogia. Hay grandes diferencias entre éstas", expresó a una pregunta sobre el ascenso al poder de los mandatarios sudamericanos Evo Morales, de Bolivia; Hugo Chávez, de Venezuela, y Michael Bachelet, en Chile.
En otro momento, frente a empresarios austriacos, con interés en aumentar sus inversiones en México, refrendó su idea sobre lo que llamó ventajas del libre mercado:
"México es un país con gran mercado de consumo para prácticamente cualquier producto; a todos está abierta la puerta para entrar al mercado mexicano y no hay monopolios, salvo los del Estado, que quisiéramos quitar, pero no se ha podido.
"Lo demás es un mercado totalmente abierto para cualquier campo o sector de la economía, para cualquier tamaño de empresa y, repito, con las facilidades de abasto, capital y financiamiento dentro del mismo país. Es un buen proyecto de negocio", destacó.
Con esa perspectiva del gobierno mexicano se ahondaron una vez más las diferencias entre el presidente Vicente Fox y sus contrapartes en Bolivia y Venezuela, por lo menos frente a tema de los energéticos.
El mandatario destacó los 12 acuerdos comerciales de México, con 43 países, que generan una balanza comercial de 435 mil millones de dólares, rango superior al reportado por toda América Latina en conjunto. Por eso, insistió, defendemos tanto la tesis de la integración comercial regional para "seguir hacia adelante y nunca hacia atrás".
Más tarde, en un encuentro con integrantes de la comunidad mexicana que radica en Austria, repitió que los indicadores macroeconómicos de nuestro país -tasas de interés y nivel inflacionario- están controlados e inclusive por debajo de los rangos que reporta la economía de Estados Unidos.
Frente a los connacionales (más de un centenar acreditaron su documentación para votar el 2 de julio) repitió lo que ha dicho casi de manera cotidiana en México, en el sentido de que es necesario continuar con la misma estrategia económica porque "luego hay acelerados que piensan que todo se puede resolver de la noche a la mañana, que todos nos vamos a volver ricos de la noche a la mañana".
Entonces, agregó, esperamos un buen año porque felizmente vamos a elegir al siguiente presidente de la República que esperamos sea muy trinchón.