La actriz, de 81 años, regresa como productora con la obra Identidad propia

Mientras mejor persona seas, mejor actor serás, dice Carmen Montejo

"Ya tengo la fortaleza física para volver a actuar en teatro y empezaré pronto una película"

La puesta es un homenaje a Salvador Novo y a Carlos Pellicer, entre otros de sus maestros

ARTURO CRUZ BARCENAS

La primera actriz Carmen Montejo regresó a los escenarios teatrales, pero ahora como productora de la obra Identidad propia, de Beatriz González Rubín. Recuperada de una operación, animada por la vida, "porque esa enfermedad -cáncer- no me va a vencer", dijo en entrevista: "Se me salen las lágrimas cada vez que veo esta obra... tanta belleza, y esa música maravillosa".

Sentada en una butaca del teatro Independencia, observaba uno de los ensayos, y lo primero que mencionó fue sobre la política nacional, de las elecciones: "Conmigo ya no juegan. Ya jugaron una vez. Yo era priísta. Considero que la época que viví, desde Manuel Avila Camacho hasta Gustavo Díaz Ordaz, allí comenzó a saberse una verdad que llevaban oculta desde un sexenio anterior. Hicieron barbaridades contra los muchachos, primero en 1968 y luego en el 71. Todo eso.

"Se acabaron al partido", añadió vehemente. "Mejor hablemos del arte, que nunca pierde el amor, el deseo de seguir viviendo para él. Yo, en el teatro, y le doy gracias a Dios que me haya dado esta fuerza para seguir adelante. Porque la vida me ha tratado fuerte en lo físico, hasta de un cáncer hace seis años.

"Tuve el problema del cáncer de mama, pero lo superé, y también una afección en mis rodillas. Eran unos dolores que sólo yo sé. Ahora no me duele nada. Camino, no mucho, porque el doctor me dice que haga mis ejercicios, pero que no me aloque."

"Mis papeles son todos importantes"

Anunció que pronto estará, actuando en una obra de teatro. "Ya tengo la fortaleza física para ello y empezaré pronto una película, producida por Alfredo Galindo, quien es joven. Claro que yo llevo el protagónico. Nunca, en el cine y en el teatro, me he dejado. A mí no me ha pasado eso -de aceptar segundos roles-; los papeles que se pueden recordar de mí en televisión son protagónicos.

"Mis papeles son todos importantes. Cuando hice Las tres generaciones... esa es una muestra. He hecho más de 80 películas. Telenovelas... no sé, unas 20. Siempre he realizado papeles dignos, ninguno me ha rebajado. Lo que pasa con esto de la televisión es que ya no hay estrellas. Es un medio con mucha fuerza y el actor está poco protegido. Tampoco soy de las que se entregan fácil a determinadas personas que sé que sólo tratan de ver qué pueden sacar.

"Ya no hay actores como los de mi época. No los veo y si existen no los conozco. Ernesto Alonso es de mi época, por ejemplo. El sí es del cine mexicano y le convino mucho la televisión, pues le dio un empuje muy fuerte.

"En el caso de nosotras es diferente, porque antes uno podía darse el lujo, el placer, el gusto, de tratar a la gente que sabía uno que sí valía la pena tratarla, como León Felipe, Salvador Novo y Xavier Villaurrutia, o Carlos Pellicer, y actrices como María Teresa Montoya o Virginia Fábregas.

"Fueron personalidades que se hicieron, nos hicimos, con otra mentalidad, cuando todo era natural. El público nos ponía en las nubes y eso no se veía mal.

"Empecé en el teatro universitario, a los 12 años; ahí estuve tres años. Era una carrera que daba la universidad para quien quisiera hacer teatro-estudio. Mis maestros fueron grandes. Los actores cubanos no tuvimos el problema de Estados Unidos, donde se dio el racismo.

"Quiero que sepan, todos, que yo soy mexicana; así me siento. No me vengan con... no tengo otro país adonde ir. Identidad propia es, absolutamente, una obra de teatro-estudio. Sí he producido muchas cosas, y las actrices que aquí participan son tan especiales: Carolina Herzlt, Jéssica Paola Gámez y Caridad Herrera, que por eso las apoyo".

Aceptó que es caro hacer teatro, "pero si tienes un nombre y puedes hacer el mínimo favor, que es dar tu tiempo, que es lo que mucha gente ya no da, y te abren las puertas, en Bellas Artes, por ejemplo, haces las cosas y ya, con una forma de producir con inteligencia.

"Esta obra no la hice para ganar dinero. Espero satisfacción y hacer un homenaje a un Novo, a un Pellicer, a un Fernando Wagner, a Angel Lázaro. Son tantos mis maestros. Cuando yo llegué a México me recibió Carlos Chávez, junto con María Douglas, Javier Rojas y Raúl Dantés. No había teatro universitario en México. Esto ocurría en Bellas Artes, donde tuve mucho que ver.

"A mí me gusta la verdad; no la mentira ni los arribistas. Hay que cuidarnos de la gente mala. La envidia es natural. Algunas compañeras la han sentido contra mí, pero no me he sentido atacada. No creo en brujerías. Eso no existe. La mala vibra existe, pero hay que alejarse de quien la tire."

Lo más natural posible

Carmen Montejo asegura: "Actuar es interpretar lo más natural posible, pero sin dejar de acordarte que estás interpretando. O sea, para hacer un personaje, pongamos un borracho, o un alcohólico, que tiene angustias, se debe interpretar, pero el actor no es alcohólico. Debe convencer y sacar ese alcohólico que lleva adentro. Esa es la obligación del actor".

Para ella el papel más difícil de interpretar fue en la obra ¿Quién teme a Virginia Woolf? "Pero lo logré, yo, que nunca he sido borracha. Quien no quiera beber que lea o vea esa obra. No fumo porque no le quiero buscar al cáncer. Me cuido. Amo el teatro y la vida. El cáncer no va a poder conmigo.

"En el caso del teatro, mientras mejor persona seas, mejor actor serás", definió la actriz que "este año entra a los 81 de vida".

Identidad propia, dirigida por Cecilia Angulo, de Beatriz González Rubín, se presenta en el teatro Independencia, en San Jerónimo. Funciones de jueves a domingo. Boletos: 200 y 150 pesos, con los descuentos acostumbrados.