Jueves 4 de mayo de 2006
Hoy presentará Mujer no se escribe con M de macho
El Taller, grupo teatral que da voz a los obreros
El teatro ha sido una herramienta central para la labor del Centro de Apoyo al Trabajador (CAT) con los obreros de la maquila en Puebla.
Los trabajadores se ven reflejados en las obras, e inclusive ellos mismos las representan. No sólo ven ahí manifestada su situación, sino también la posibilidad de cambio.
El CAT presentará hoy la obra Mujer no se escribe con M de macho, en el teatro de la Ciudadela. Se trata de tres monólogos a cargo de la actriz e integrante del CAT, Gabriela Cortés.
El centro creó en Atlixco la compañía teatral El Taller, en 2001, para promover, mediante las obras, la defensa de los derechos laborales, de preferencia en espacios como escuelas, foros, plazas, festivales y comunidades indígenas de Puebla. La idea es acercar el teatro a los trabajadores.
Hasta la fecha, el grupo ha montado tres obras escritas por Marco Polo Rodríguez a partir de los testimonios de los obreros de la maquila: Mexican máquinas (2002), drama basado en la empresa Kukdong (antes Mex Mode), en Atlixco. La obra cuenta cómo los obreros se organizaron para crear un sindicato independiente: los paros, los maltratos, la represión de los granaderos y cómo, finalmente, lograron formar su gremio.
Montaron la obra en algunas ciudades de Estados Unidos
El Taller decidió dar un giro del drama a la farsa. En La otra historia de King Kong, la risa resultó ser una mejor herramienta para concientizar, cuenta Cortés. La trama versa sobre los trabajadores de la fábrica King Kong (en alusión a Kukdong), "que se instala con la leyenda de mejorar las condiciones de vida". Tras darse cuenta de que sus derechos laborales son violados, los obreros se organizan y crean un sindicato democrático.
En el verano de 2003, El Taller fue invitado a presentar la obra en Las Vegas, Washington y Nueva York (acudieron poblanos que habían sido obreros de Kuk-dong).
Mujer no se escribe con M de macho, tercera obra del grupo, recibe apoyo de la Sociedad Mexicana Pro Derechos de la Mujer (Semillas). En la puesta, tres mujeres cuentan su historia: Juana, indígena, narra su inevitable destino, recibir golpizas de su marido ("me casé para atenderlo"); Simón, lesbiana sin tapujos y activista, narra una vida congruente consigo misma, y Vanesa, secretaria, se rebela a ser el objeto sexual de su jefe. Se trata de mujeres valientes que hablan de lo que la sociedad prefiere mantener encubierto, y que cuando lo sacan a la luz muchas veces son culpabilizadas, tachadas de putas o de dejadas.
La labor del CAT (catpuebla.org) ha sido fundamental en la defensa de los derechos laborales en la maquila poblana, en empresas como Matamoros Garment, Tarrant México (Kamel Nacif es socio mayoritario) y Kuk-dong.
Actualmente, el centro se enfoca en dar talleres para que los trabajadores conozcan sus derechos y dejen el miedo atrás, además de "sensibilizar" mediante el teatro.
Mujer no se escribe con M de macho. Teatro de la Ciudadela, 17 horas. Entrada libre. La presentación fue organizada por la Comisión Nacional de Derechos Humanos.