El ángel del silencio, escultura embodegada
Ampliar la imagen Custodio de una de las tumbas en el Panteón del Tepeyac Foto: Fabrizio León
Entre los monumentos funerarios más cautivadores del Panteón del Tepeyac, se encuentra la escultura conocida popularmente como El ángel del silencio, con más de un siglo de antigüedad, cuya leyenda cuenta que, al golpear cualquiera de sus alas, la pieza emite un prolongado y embelesante sonido musical.
Fue realizada en un solo bloque de mármol de Carrara cristalino; en principio se decía que por el artista italiano Adolfo Ponzanelli, pero recientemente se descubrió que es obra de otro creador de esa misma nacionalidad, Giulio Monteverdi.
Inicialmente, sin embargo, esta escultura no está considerada entre las piezas que podrán admirarse como parte del recorrido en el museo de sitio de dicho cementerio.
Ello se debe a que se encuentra ''embodegada" en el mausoleo de los descendientes del marqués Miguel de Berrio y Saldívar, a raíz de una pugna legal de cinco años entre dos familias que se adjudicaban su propiedad, cuyo falló recayó en favor de María Luisa Herrero Moncada, a principios de 2005.
De acuerdo con el responsable del proyecto del museo de sitio del panteón, Marcos Límenes, hasta la fecha se desconoce cuándo podrá apreciarse esa obra en el recorrido.
Es una decisión, abundó, que compete a su propietaria, la señora Herrero Moncada, quien asegura que uno de sus antepasados pagó por la pieza 20 mil monedas de oro, en 1896.
En el cementerio, por otra parte, se conservan varias obras de Adolfo Octavio Ponzanelli, escultor nacido en Carrara, Italia, y discípulo de Augusto Rodin, precisa el historiador Hugo Arciniega.
El artista llegó a México a principios del siglo XX y participó en las obras del nuevo Teatro Nacional, hoy conocido como Palacio de Bellas Artes.
Durante 50 años dirigió la Marmolería Ponzanelli, de donde procede el ''ángel de la justicia", por la espada que porta, que custodia el sarcófago del ingeniero Gabriel Mancera y su esposa.
Angel Vargas