De 50 millones de personas que hacen un viaje al año, 15% tiene un motivo de fe
El turismo religioso en México deja ganancias anuales de 6 mil mdp
Gobiernos estatales comienzan a promocionar sus destinos que tienen este atractivo
Ampliar la imagen Pese a los recientes acontecimientos de violencia suscitados en el estado de Guerrero, y en particular en Acapulco, este centro vacacional se encuentra a su máxima capacidad Foto: Javier Verdín
El turismo religioso en México genera una derrama económica de aproximadamente 6 mil millones de pesos al año en beneficio de la Iglesia, prestadores de servicios turísticos y ciudades como Jalisco, Zacatecas, Querétaro y Michoacán, entre otras, que albergan los principales templos y tradiciones centenarias del país.
Estimaciones de la Secretaría de Turismo y de la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes señalan que de los 50 millones de mexicanos que realizan un viaje a lo largo del año, por lo menos de 12 a 15 por ciento de ellos lo hace por algún motivo de fe, para cumplir con alguna manda, participar en alguna festividad religiosa o presenciar actos de profundo fervor popular, como la Semana Santa, que se conmemora de forma muy particular en distintos puntos del país.
En México, el turismo religioso aún es incipiente como tal, a pesar de que la fe y los lugares de veneración son, en la mayoría de los casos, centenarios, como la Basílica de Guadalupe, a la que cada año llegan alrededor de 18 millones de personas, 7 de los cuales arriban entre el 9 y el 12 de diciembre, y que es uno de los puntos más organizados para recibir a los visitantes.
El descubrimiento de esta actividad como segmento turístico ha empezado a motivar a los prestadores de servicios y los gobiernos estatales comienzan a ordenar y promocionar esta actividad a través de sitios de Internet, como el de Jalisco, en el que destacan puntos como San Juan de Los Lagos, al que van 1.5 millones de visitantes al año; Totatiche, tierra de mártires cristeros, y Temastián, a donde cada enero arriban miles de peregrinos procedentes de distintos puntos del país, pero principalmente migrantes que dejaron su tierra para irse a trabajar a Estados Unidos y vuelven a visitar al Señor de los Rayos.
Otros destinos del mundo le llevan ventaja a México en la promoción de su turismo religioso, como Roma, a donde sólo en Semana Santa viajan cerca de 10 mil mexicanos, además de sitios en Francia y España que cuentan con páginas en Internet y servicios especiales para visitar los principales lugares religiosos que los han hecho famosos a escala mundial.
En México, después de la veneración a la Virgen de Guadalupe, la celebración de la Semana Santa es una de las fiestas religiosas más importantes, no sólo por su concepción religiosa sino porque son días de esparcimiento que, de acuerdo con estimaciones oficiales, durante 2006 representará una derrama económica aproximada de 4 mil millones de pesos.
El Consejo de Promoción Turística de México (CPTM) destacó entre los principales centros de celebración religiosa a Nayarit, con su Semana Santa Cora, que es una mezcla de catolicismo y tradiciones de este pueblo para el que la influencia de sus dioses y de la naturaleza impregna todas las esferas de la existencia y rige los destinos.
La Semana Mayor en Michoacán permite todo un recorrido por sus poblados, empezando por San Lorenzo, el Domingo de Ramos, en donde los jóvenes arreglan las palmas con listones para que sus novias las lleven a bendecir, y concluye el domingo siguiente con la queja de Judas en Panindícuro.
El recorrido por México puede seguir por Zacatecas, Querétaro, Taxco, Guerrero; Comitán de las flores, Chiapas; San Luis Potosí, sin faltar el Distrito Federal, con su tradicional Pasión de Cristo en el Cerro de la Estrella, en Iztapalapa.