A la baja, el interés por la escuela entre las nuevas generaciones, señala
El modelo neoliberal devaluó a la educación: el rector de la UACM
En este sistema se aprecia lo que permite obtener algo a cambio, advierte Pérez Rocha
Tras señalar que ha llegado la hora de aquilatar los perjuicios provocados por el modelo económico neoliberal impuesto en el país desde la década de los ochenta, el rector de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), Manuel Pérez Rocha, advirtió que los daños no se reducen a aspectos materiales y financieros.
El perjuicio más grave contra el pueblo de México, apuntó, "es el olvido, la pérdida de la trascendencia del conocimiento y la educación entre las nuevas generaciones". El conocimiento, la ciencia, la cultura, no se valoran por sí mismos, "se valora lo que supuestamente se puede obtener a cambio de ellos, pero como en esta sociedad de la formación humanística no se puede obtener nada a cambio, el interés por la educación, por la escolaridad, va a la baja", añadió.
Muestra de esto no es solamente la disminución de la presión por los servicios escolares sino el agravamiento del abandono escolar, indicó.
Aseveró que la demanda por la escolaridad es mucho menor que la que se tenía en épocas pasadas, a pesar de la enorme cantidad de jóvenes que no tiene acceso a la educación superior.
Pérez Rocha agregó que en los años setenta "cifras mucho menores a éstas provocaron movimientos sociales que en algunos casos se tradujeron en hechos violentos. Lamentablemente hoy, a pesar de que las cifras son mucho más graves, no existen movimientos para exigir servicios educativos; no existen porque se ha perdido la valoración de la educación, debido en gran medida a que los sistemas escolares han dejado de ser espacios auténticos de educación". Por influencia del proyecto neoliberal, estos ámbitos "se han convertido en espacios donde lo que se valora fundamentalmente es lo que a cambio de la escolaridad se puede obtener".
Este es un problema no sólo en la dimensión del sistema educativo, sino en el aula, "cuando no logramos que nuestros estudiantes se interesen por aprender, por hacer sus tareas, y tenemos que acudir a premios o a castigos". Con mucha frecuencia se dice que las instituciones educativas tienen que rendir cuentas acerca de qué se hace con los cuantiosos recursos que se dedican a la educación, indicó.
Lo inverso es realmente lo importante; "los sistemas educativos, los responsables de éstos, tenemos que pedirle cuentas a la sociedad acerca de qué es lo que hace con los niños y jóvenes que salen de nuestras aulas y van después a absorber una enorme cantidad de antivalores, de tonterías, de trivialidades, que son las que llenan sus cabezas" agregó. "Cómo podemos nosotros crear en el ámbito escolar una burbuja de cultura, ciencia, conocimiento, cuando los valores que predominan en la sociedad son los valores del placer, del gusto inmediato, de la satisfacción" aseveró.
Cuestionó cómo lograr que los estudiantes se esfuercen, se empeñen, se sacrifiquen, porque el conocimiento, el estudio, significan sacrificio, tiempo y esfuerzo; incluso "vivir el dolor de aprender", cuando los valores que predominan en la sociedad son los valores del placer inmediato, apuntó.