Pérdida de 30 mdd anuales provocan tarjetas clonadas
La clonación de tarjetas bancarias en México genera un pérdida anual al sistema de alrededor de 30 millones de dólares, expuso el director de Desarrollo de Servicios y Productos Financieros de la Condusef, Enrique Arias Zamarripa.
De acuerdo con el funcionario, de cada 10 quejas que recibe la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), tres son por cargos indebidos o retiros no reconocidos en tarjetas de crédito o débito.
Refiere que según datos del organismo, 57 por ciento de los cargos indebidos se debe al robo o extravío de las tarjetas, 7.0 por ciento a fraudes vía Internet y 36 por ciento a la clonación.
En el artículo de la revista Proteja su dinero, Arias Zamarripa señala que 55 por ciento de estos fraudes se realiza en bares y restaurantes, 25 por ciento en tiendas comerciales o departamentales y el resto en hoteles y centros turísticos.
Es por ello que recomienda a los usuarios no perder de vista su tarjeta cuando realice un pago para evitar que esta sea clonada, al mismo tiempo que el usuario debe verificar de forma continua su estado de cuenta para que al momento que no reconozca un cargo informar de inmediato al banco.
Al manifestar que este fenómeno es mundial, el funcionario explica que aunque algunos bancos exploran la posibilidad de utilizar las tarjetas denominada láser card, elaboradas con las misma tecnología que emite las visas de migración de Estados Unidos, sólo pocos bancos que cuentan con seguros reales.
Seguros, que indica, sí protegen al tarjetahabiente no sólo contra clonación, robo y extravío, y son Banamex y Scotiabank Inverlat, en todas sus tarjetas, y la Black de Santander Serfin.
Por último, recomienda que en caso de ser víctima del delito de clonación se debe informar de inmediato al Centro de Atención Telefónica del banco emisor del plástico, registrar el nombre de la persona que levantó el reporte, número de folio del mismo, fecha y hora.
Además de enviar una carta dirigida a la Unidad Especializada de Atención a Clientes de la institución para exponer lo ocurrido. El cliente cuenta con 90 días para objetar el cargo y el banco tiene 30 días para responder, y de no alcanzar un acuerdo propone acudir a la Condusef.