Usted está aquí: viernes 14 de abril de 2006 Política La nueva fuerza política: mexicanos migrantes

Gabriela Rodríguez

La nueva fuerza política: mexicanos migrantes

Tengo la suerte de estar viviendo en Estados Unidos en un momento histórico único. Por primera vez en este territorio masas muy numerosas, conformadas por los más pobres trabajadores indocumentados, vencieron el miedo y salieron a las calles para hacerse visibles y exigir justicia. Esta es la nueva fuerza política que está marcando la diferencia del siglo XXI: mientras el gobierno de George W. Bush retrocede con políticas neoliberales, los indocumentados van hacia adelante y no hay quién los pare. ¡Estamos recuperando nuestro territorio!

Más allá de California, Arizona, Texas, Illinois o Nueva York, de esos estados con larga tradición de mexicanos, uno pensaría que en la costa no-roeste tan cerca del Canadá no habría tantos. Déjenme decirles que por lo menos hay 500 mil en Washington, según el cónsul, y me consta que hay zonas enteras de mexicanos al sur de Seattle y en las afueras, que uno se siente en México, ya que se habla español en las calles, una puede echarse unos buenísimos tacos al pastor en la fonda Muy Macho, unas enchiladas de primera en Juan Colorado o unas tostadas de ceviche en El Siete Mares.

En Seattle nadie pudo sustraerse a la movilización de los inmigrantes ni a la fuerza del español el pasado 10 de abril; junto a masas de mexicanos, latinoamericanos, gringos, chinos y afroestadunidenses, trabajadores del mundo, unidos gritaban en coro: "¡Sí se puede!" Hasta el alcalde de la ciudad, Greg Nictels, recurrió a esa potente frase y con sorprendente claridad expuso: "Bienvenidos a Seattle, tan pronto como se pueda ustedes van a ser estadunidenses. Aquí han seguido esta larga marcha 25 mil trabajadores. Quiero decirles que la política de Estados Unidos en Seattle es de inclusión y no de exclusión. Todos ustedes, quienes cumplen jornadas duras de trabajo diario y pagan sus impuestos, deben convertirse en ciudadanos. Porque Estados Unidos es tierra de inclusión, libertad y bienvenida para todos. ¡Sí se puede!"

Con un estandarte de Lady of Guadalupe al fondo de la tarima, el activista Ricardo Ortega expresaba: "Estamos aquí para exigir al gobierno federal la aprobación de una reforma migratoria que permita la reunificación de las familias, así como obtener la residencia y la ciudadanía. ¿Qué es lo que queremos? ¡Justicia!, y ¿cuándo la queremos? ¡Ahora! ¡Arriba los jornaleros, arriba los trabajadores de la construcción, arriba los carpinteros, arriba los comerciantes que hoy cerraron sus negocios para asistir a esta marcha! ¡El pueblo unido jamás será vencido! ¡Si Zapata viviera con no-sotros estuviera! ¡Si Jefferson viviera con nosotros estuviera!, ¡Si Washington viviera con nosotros estuviera!"

Las muestras de creatividad en inglés y español son ilimitadas; portaron banderas de Estados Unidos, de México y de otros países como símbolo de integración multinacional. Mujeres vestidas emulando la Estatua de la Libertad suscribieron "Give me your tired poor"; otros levantaron pancartas en las que se leía: "We support US economy", "Full Rights for all", "We demand because we produce". "Work is not a crime", "Bush is the criminal", "Colón fue un inmigrante ilegal y ahora tiene un día feriado". Muy fuerte se escuchó una oradora musulmana de Somalia, Asha Mahomed: "Nosotros estamos haciendo la historia, el de ahora es nuestro tiempo. El país de los derechos civiles y de la revolución de las mujeres, hoy es el país de los derechos de los inmigrantes. Porque este país pertenece a los nativos indígenas y el resto está conformado por inmigrantes".

En una esquina, unos güeritos con cara de aguafiestas suscriben desanimados: "Immigrants Go Home" "Immigration Hurts the Middle class" "No more Amnesties". Otros güeros de la organización circulan un estridente volante: Unámonos contra los ataques a los inmigrantes: ¡Hay que sacar a Bush! / Tu gobierno está librando una guerra asesina ilegítima contra Irak/ Tu gobierno avanza día tras día hacia una teocracia, un fundamentalismo cristiano intransigente y cruel/ Tu gobierno le quiere quitar a la mujer, aquí y en el resto del mundo, el derecho al control de la natalidad y al aborto".

Una joven madre soltera me explica que llegó embarazada hace seis años, limpia casas por 80 dólares al día, y manda a México 200 o 300 cada mes para ayudar a sus hermanos. Al igual que la mayoría de los inmigrantes no va a votar este año, aunque piensa que AMLO es quien haría más por ellos, porque él ayudó a las madres solteras, a los discapacitados, a los viejos y se comprometió con la justicia a cambio de nada. Otros jóvenes no saben quiénes están contendiendo y consideran que Fox es quien más ha hecho por ellos. ¡Brinquen!: ¡El que no brinque es migra! Un maestro de primaria de Michoacán me cuenta que como cocinero en un restaurante español gana 100 dólares diarios: "allá me los ganaba en una quincena". Piensa que el gobierno mexicano no ha hecho nada, Fox se esconde y no da la cara, tal vez AMLO sí se comprometa porque está más cerca del pueblo, porque los demás sólo son títeres de este gobierno; lo que necesitamos es un convenio de toda América Latina y EU para que se respeten nuestros derechos. En eso se nos atraviesa una joven: "I take care your children and you call me criminal".

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