Dirigentes del COM rompieron la asamblea de la Codeme
Alonso Pérez primero lo exhibió y luego ofreció reconciliación al Tibio
Lo que se avecinaba como guerra finalmente terminó en una posible "conciliación'' que buscará en breve Alonso Pérez con Felipe Muñoz, para que el presidente de la Confederación Deportiva Mexicana (Codeme) renueve relaciones con el Comité Olímpico Mexicano (COM).
Luego de una prolongada y tediosa asamblea general ordinaria del deporte federado, en la que el principal punto fue ventilar el rompimiento del COM con el titular de esa institución, seis dirigentes del organismo olímpico, que forman parte del consejo directivo, echaron abajo lo que inicialmente habían fraguado sus opositores para nombrar al Tibio persona non grata en la Codeme.
Como no hubo nadie que se levantara para poner a consideración la propuesta entre los 59 asistentes, presidentes de federaciones y directores de institutos estatales, la gente del COM llegó con la consigna de romper la asamblea, la cual surtió efecto con Juan Francisco García (boxeo), Javier Rosas (triatlón), Jorge Castro (esgrima), Juan Manzo (pentatlón moderno), Mariano Lara (atletismo), Mario García (handball).
Alberto Bremauntz apareció en el escenario para sugerir la creación de una "comisión conciliadora'' que analizara la pugna de poderes que propició Nelson Vargas, quien para ese entonces se había retirado de la asamblea tras entregar el Premio Gobernador al mandatario de Yucatán, Patricio José Patrón Laviada, e inaugurar el diplomado del Instituto Deportivo de Entrenadores de Alta Competencia. También estuvo Raúl González, ex titular de la Codeme.
En nada fructificaron las temerarias amenazas de Alonso Pérez, quien insistía en echar la culpa a los del COM por dividir al deporte nacional con el pleito que se traen en el basquetbol.
Además exhibió al Tibio con un supuesto faltante cuando dirigió la Codeme en el sexenio anterior y posteriormente fue inhabilitado 10 años de la Secretaría de la Función Pública, de la cual, asegura, se ha amparado.
Anunció que llegará hasta las últimas consecuencias y demandará penalmente a Muñoz, por lo que prepara una defensa para contener los ataques de su protector "Mario Vázquez Raña'', quien fracasó en este gobierno para controlar el deporte.