Se trata de un texto no sólo visual, sino en movimiento, señala el experto
Muestra en el MAM por los 40 años del poema Blanco, de Octavio Paz
También es la conmemoración del amor del Nobel mexicano por su esposa Marie José, subraya Enrico Mario Santi
''Pensaba que el hecho de mirar concede a la realidad un carácter sagrado''
Ampliar la imagen El poeta Octavio Paz con su esposa Marie José; a la derecha, Enrico Mario Santi durante la entrevista con La Jornada Foto: Archivo y María Meléndrez Parada
Hace 40 años, Octavio Paz escribió Blanco, el más experimental de sus poemas. Es un texto -dice el estudioso de la obra paciana Enrico Mario Santi- ''al mismo tiempo de transición y culminación", que marcó un momento de renovación en la obra del autor y que todavía hoy ''nos reserva algunas sorpresas".
Junto a Piedra de sol, Nocturno de San Ildefonso, Pasado en claro y Carta de creencia, Blanco es uno de los cinco poemas más extensos de Paz. En 1994 el premio Nobel mexicano los reunió en un solo tomo, bajo el título Delta de cinco brazos.
''Octavio Paz -explica Santi, especialista en literatura de los siglos XIX y XX- se marcha de México por segunda vez en 1959, se instala en París y se pone en contacto con muchas tendencias poéticas de ese momento. Es el comienzo de lo que después se va a llamar poesía posmoderna, arte posmoderno. Paz nunca aceptó ese término, le desagradaba muchísimo, pero qué duda cabe de que es un término que se impuso y es universalmente conocido.
''A partir de los años 60, se dio cuenta de que se estaba haciendo algo distinto, que la percepción del mundo estaba cambiando completamente; era cuando en Europa y Estados Unidos se empieza a criticar el impacto de los medios masivos."
Inclusión del budismo tántrico
En ese contexto, el poema de referencia ''tiene una importancia triple".
Uno: ''la culminación del tema amoroso dentro de su obra; hay que recordar que en ese momento es cuando conoce a la que sería su esposa, Marie José Paz; Blanco es una conmemoración de su relación con ella''.
Dos: ''es un experimento de lo que se llama poesía aleatoria, modular, que puede leerse de diferentes maneras". Es cuando Umberto Eco acuña el término ''obra abierta" para referirse al arte que requiere de la cooperación del público. Ejemplo de ello es la música de Stockhausen, la literatura de James Joyce, la novela Rayuela, de Julio Cortázar.
Tres: el autor de Libertad bajo palabra incorpora un elemento novedoso, que nadie más había tomado en cuenta, el pensamiento oriental, y específicamente el budismo tántrico.
Precisamente Paz escribe Blanco cuando funge como embajador de México en la India: ''El poema está hecho tomando en cuenta las estructuras mandálicas y los dibujos inspirados en el budismo tántrico y que tienen que ver, por ejemplo, con la iluminación interna y los diferentes chacras. Esto es lo que va estructurando el argumento del poema".
Como parte de las conmemoraciones por las cuatro décadas de Blanco, anoche se abrió en el Museo de Arte Moderno (MAM) la exposición Octavio Paz: Blanco, 40 años. En ese contexto, Enrico Mario Santi dictó la conferencia La mirada sagrada: la poesía visual de Octavio Paz.
-¿Cómo entender el concepto ''poema visual" referido a Blanco?
-Blanco es muchas cosas, primero que nada un poema aleatorio, pero Paz quería también que tuviera movimiento en el tiempo y el espacio. De ahí que su primera edición se haya publicado en una tira de papel como acordeón, como el papel que antes se utilizaba en las impresoras de las computadoras y que se iba desdoblando. Desde el punto de vista visual es un poema impresionante que en realidad trata, el mismo Paz lo dijo, de moverse en el tiempo y el espacio.
Al año de la publicación de Blanco, Paz envió al director teatral José Luis Ibánez un proyecto de espectáculo basado en el poema, ''lo que hoy llamaríamos un performance, término que Paz no utiliza nunca ni creo que le haya gustado. En el proyecto proponía que aparecieran ciertas imágenes y personajes que leían las tres voces del poema".
Por diferentes razones el proyecto no se llevó a cabo, pero ''al siguiente año le escribe al pintor Vicente Rojo y le propone hacer un película conjuntamente a partir del poema".
Experimentación en video
Paz quería que ''el poema no sólo fuera visual, sino ponerlo en movimiento, una especie de poema en video. ¡Imaginemos eso en 1968! Entre ese año y 1995, cuando por fin hace el video, tiene que haber visto y oído acerca de otro tipo de experimentaciones".
-¿Ya no bastaba a Paz la sola relación con la palabra y el papel?
-Mi pregunta es, ¿por qué no se conformó? El se dio cuenta de que ese poema en particular tenía toda una serie de implicaciones, sobre todo para la cuestión de la mirada. Por eso mi conferencia se llama La mirada sagrada: la poesía visual de Octavio Paz. No le interesaba el objeto sagrado ni la experiencia de la trascendencia, aunque sí como fenómeno cultural y antropológico, pero lo que él pensaba era que el hecho de mirar de por sí ya le concede a la realidad un carácter sagrado, que las cosas en sí tienen su propio valor. De ahí le viene la necesidad de ver el poema y no sólo escucharlo; no era suficiente leerlo, sino verlo como si fuera un cuadro.