El afgano convertido al cristianismo pidió asilo político en Italia, anuncia Berlusconi
Enfrentamientos entre tropas lideradas por EU y talibanes dejan 32 rebeldes muertos
Ampliar la imagen Guardia de honor en Kandahar a los restos del soldado canadiense Robert Costall, caído en combate con rebeldes afganos Foto: Reuters
Kabul, 29 de marzo. Fuerzas de la coalición militar liderada por Estados Unidos en Afganistán se enfrentaron con rebeldes talibanes en una base del sur del país en violentos choques que dejaron 34 muertos, 32 de ellos insurgentes, según fuentes oficiales.
Las otras dos víctimas mortales fueron un militar canadiense y otro estadunidense, precisaron las fuentes, que también señalaron que cuatro militares resultaron heridos, así como un soldado afgano.
El ataque perpetrado por los talibanes -derrocados al amparo de una ofensiva militar estadunidense a finales de 2001- es el mayor realizado desde hace meses contra una base de la coalición internacional y se produjo unas dos semanas después de que los insurgentes anunciaran una nueva ofensiva en esta primavera.
Los rebeldes atacaron la base del distrito de Sangin a primera hora de la mañana con morteros, cohetes y armas ligeras.
En tanto, aviones de la coalición descargaron cuatro bombas sobre las posiciones talibanes, y algunos cohetes, misiles teledirigidos y proyectiles incendiarios Cody.
Yusuf Ahmadi, quien se identificó como representante talibán, declaró que milicianos de sus fuerzas lanzaron el ataque.
En un primer momento, un comunicado de la coalición señaló que los muertos por el ataque eran al menos 12 rebeldes, cifra posteriormente elevada a 20. Otras fuentes cifraban en 44 el número total de muertos.
Asimismo, fuerzas de la coalición destruyeron dos bases talibanes con armas y material para fabricar bombas en las varias horas que duró el enfrentamiento en la base en Helmand, principal productor de opio.
De otro lado, el afgano Abdul Rahman, liberado tras ser encarcelado por haberse convertido al cristianismo hace 16 años, llegó esta tarde a Italia, donde pidió asilo político tras abandonar en secreto Kabul, anunció el jefe del gobierno italiano, el primer ministro Silvio Berlusconi.