Reafirma el primer ministro francés que no retirará el CPE
Sindicatos y estudiantes convocan a nueva jornada de movilizaciones
París, 29 de marzo. Sindicatos y estudiantes franceses convocaron este miércoles a una nueva jornada de movilización, el próximo 4 de abril, contra la reforma laboral para los jóvenes y presionaron al presidente Jacques Chirac a que tome cartas en el asunto.
Al día siguiente de manifestaciones con hasta 3 millones de personas, el primer ministro Dominique de Villepin reafirmó ante la Asamblea Nacional (Parlamento) que no retirará el Contrato de Primer Empleo (CPE).
Los sindicatos convocaron a una quinta jornada de protesta, con manifestaciones y huelgas, que será otro martes negro en toda Francia. Como salida al conflicto, las centrales obreras pidieron a Chirac que "utilice sus prerrogativas para que el CPE sea retirado".
Chirac hizo saber que, "en los próximos días", hablará sobre el CPE, un contrato que, según el gobierno, pretende paliar el alto desempleo entre los menores de 26 años, pero que para los sindicatos sólo aumentará la precariedad laboral pues prevé despidos injustificados durante los dos primeros años de contratación.
Como prueba de la fuerte tensión que vive, De Villepin cometió un lapsus ante la Asamblea Nacional al hablar de "dimisión" en lugar de "decisión" del Consejo Constitucional.
Si el consejo determina que el CPE es constitucional, la decisión recaerá en el presidente de la república, quien tendrá 15 días para promulgar la ley o pedir al Parlamento nueva deliberación.
De Villepin parece políticamente aislado sobre todo ante el hecho de que el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, quien también es presidente de la Unión por un Movimiento Popular, partido en el poder, se ha opuesto abiertamente al primer ministro, de cara a ser su rival en las elecciones presidenciales de 2007.
"Una verdadera negociación debe iniciarse sin premisas porque la situación tiene demasiados peligros", dijo hoy Sarkozy.
Las movilizaciones estudiantiles continuaron en Rennes, Nantes, Brest y Lannion, y en Bretaña hubo bloqueos de calles que provocaron kilómetros de embotellamientos. Unas 2 mil 500 personas han sido detenidas desde que empezaron las protestas.