Aumenta la presión contra De Villepin para que cancele la polémica reforma laboral
Sindicatos y estudiantes franceses, listos para este martes negro de huelga general
Invita el premier a asociaciones de trabajadores y alumnos a una reunión el miércoles
Ampliar la imagen En una universidad de la ciudad francesa de Arras, estudiantes realizan una votación sobre el apoyo al paro que se efectuará en toda la nación Foto: Reuters
París, 27 de marzo. Organizaciones sindicales y estudiantiles de Francia hicieron hoy los últimos preparativos para lograr que la huelga general de este martes se extienda a la mayor cantidad de industrias, servicios, bachilleratos y universidades, con el propósito de ejercer mayor presión contra el gobierno conservador de Francia y su primer ministro, Dominique de Villepin, quien pretende aplicar una reforma laboral para los trabajadores menores de 26 años.
La Policía Nacional también hizo los últimos ajustes para custodiar las manifestaciones en más de un centenar de ciudades del país, durante esta jornada ya definida como "martes negro", mientras De Villepin convocó a sindicatos y movimientos estudiantiles a una reunión el miércoles y les envió una invitación por escrito para "abordar los arreglos que se pueden aportar" al polémico Contrato de Primer Empleo (CPE).
Según portavoces de la institución y de sindicatos policiales, la orden del ministro del Interior, Nicolás Sarkozy, es que los agentes se mantengan al margen de las marchas y observen desde calles adyacentes, pero que actúen con rapidez frente a jóvenes violentos, a los que llamaron "vándalos".
"Policía por todos lados, justicia por ninguno", señala un cartel colocado este lunes sobre una valla metálica en la zona universitaria del centro de París, cerca de la Universidad de París (La Sorbona).
En ese punto de la ciudad, este lunes quedaron estacionados varios vehículos de la policía, incluido un "cañón de agua" que los agentes han utilizado para dispersar manifestaciones contra el CPE.
Los preparativos de la policía tomaron en cuenta que en la marcha del 23 de marzo pasado, que reunió en París a 30 mil opositores a la reforma, varias cientos de jóvenes libraron una lucha campal contra el cuerpo antimotines instalado en la "explanada de Los Inválidos".
Unos 3 mil policías custodiaron la tercera marcha contra el CPE, pero los agentes fueron criticados por no haber impedido la destrucción de escaparates comerciales y la quema de automóviles.
"Una vitrina rota es menos grave que un joven en el suelo", expresó el secretario general de la organización Unsa-Police, Joaquín Masanet.
Con la enmienda propuesta por De Villepin el gobierno busca reducir el desempleo entre la población joven, que alcanza a 23 por ciento del sector -uno de cada cuatro-, el doble de la tasa general. Si llega a entrar en vigor el CPE, los empleadores podrán despedir sin justificación alguna a los menores de 26 años dentro de los dos primeros años de contratación.
Las marchas contra la reforma laboral, que comenzaron a principios de febrero, lograron reunir a millón y medio de personas el 23 de marzo, con lo que dirigentes sindicales como Bernard Thibault, de la Confederación General del Trabajo, han señalado que este es el mayor movimiento sindical de las últimas dos décadas. La prensa francesa ha señalado que la movilización estudiantil es mayor que la de 1968.
Para la movilización de mañana, las cinco mayores organizaciones sindicales de Francia realizaron este día las últimas gestiones para lograr que se sumen trabajadores de las industrias química, metalúrgica y de la banca. Hasta hoy, transportistas de 72 ciudades han anunciado que suspenderán labores este martes.
"Francia da signos de vitalidad y eso reconforta", aseveró hoy Manu Chao al rechazar el CPE y calificarlo de "inadmisible". Desde la ciudad de México, el músico manifestó: "cuando vuelva a Francia me voy a meter en la olla".