Hoy, elecciones en Israel; el oficialista Kadima, favorito
Haniyeh, dispuesto a dialogar con el Cuarteto para Medio Oriente
Ampliar la imagen Ismail Haniyeh, primer ministro palestino designado por Hamas, ayer ante el Parlamento en Gaza, donde se declaró dispuesto a poner fin al conflicto con Israel Foto: Reuters
Gaza, 27 de marzo. El primer ministro palestino designado, Ismail Haniyeh, externó este lunes su deseo de dialogar con la comunidad internacional, concretamente con el Cuarteto de Paz para Medio Oriente, con la finalidad de poner fin al conflicto israelí-palestino.
En un discurso ante el Parlamento, que hoy inició una reunión para dar el visto bueno a la formación del nuevo gobierno palestino, Haniyeh pidió a la comunidad internacional no castigar a los palestinos por haber votado por Hamas hace dos meses.
"Nuestro gobierno estará dispuesto a dialogar con el Cuarteto sobre las formas de poner fin a este conflicto e instaurar la calma en la región", aseguró el dirigente de Hamas en un tono conciliador.
No obstante, Haniyeh, que el martes o miércoles recibirá el visto bueno del Parlamento, donde el grupo radical posee 74 de los 132 escaños, sostuvo que su gobierno "no escatimará ningún esfuerzo para llegar a una paz justa que ponga fin a la ocupación y nos restituya nuestros derechos".
Subrayó que el pueblo palestino "tiene derecho a defenderse de la ocupación, a eliminar las colonias y el muro del apartheid y a seguir lucha para crear un Estado palestino independiente con Jerusalén como capital".
Garantizó que las presiones económicas no doblegarán a su gobierno ni mermarán la determinación de su pueblo, en referencia a las sanciones financieras que la comunidad internacional está dispuesta a aplicar a los palestinos en cuanto Hamas asuma el poder.
A Estados Unidos pidió que revise su política respecto del pueblo palestino, y dé muestras de "justicia y de responsabilidad, dejar de apoyar la ocupación y poner fin a su política de doble rasero para que la paz, la estabilidad y la prosperidad reinen en la región".
Asimismo, rechazó el plan de separación unilateral de los palestinos planteado por Israel porque, a su parecer, no traerá consigo la paz y transformará "la patria palestina en simples cantones aislados".
Estados Unidos rechazó la oferta de Haniyeh de un diálogo con el Cuarteto antes de que Hamas cumpla las condiciones establecidas por la comunidad internacional, dijo el vocero del Departamento de Estado, Sean McCormack, en relación a la demanda de que reconozca al Estado de Israel y renuncie a las armas.
El vocero adelantó que Estados Unidos trabajará en las próximas semanas con el Cuarteto, integrado por Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y la Organización de Naciones Unidas, sobre cómo proveer asistencia humanitaria al pueblo palestino. "Es lo que nos importa ahora", dijo.
Del lado de Israel, Mark Regev, rechazó lo que llamó un "doble discurso" de Hamas, y señaló que Haniyeh pasó por alto las exigencias de la comunidad internacional, que comienzan por la renuncia a la violencia.
De su lado, el primer ministro interino, Ehud Olmert, afirmó que Israel tomará decisiones de forma unilateral si Hamas aplica el programa de gobierno presentado hoy por Haniyeh.
"Si vemos que el programa de Hamas es un proyecto de gobierno a largo plazo, tomaremos las riendas de nuestro propio destino", declaró Raanan Gissin, portavoz de Olmert.
Al interior, el principal negociador palestino, Saeb Erekat, declaró que no dará a ese gobierno su confianza porque los intereses nacionales del pueblo palestino están ausentes y no responde a las cuestiones que garantizarían los requerimientos de la población palestina.
El debate parlamentario palestino coincide con las elecciones legislativas en Israel, que se realizarán mañana, y para las que el partido de centro Kadima, creado hace cinco meses por el primer ministro Ariel Sharon, en coma desde enero, se mantiene como favorito aunque perdió fuerza y no podrá gobernar solo.
De acuerdo con los últimos sondeos, Kadima obtendrá entre 34 y 36 escaños de un total de 120, y hace dos meses superaba los 40. El partido Laborista, dirigido por Amir Peretz, lograría 21 bancas, mientras que el derechista Likud, del ex primer ministro Benjamin Netanyahu, sólo 13 o 14.