México Seguro, clásica política mercadológica, señala el académico René Jiménez
De la Fuente insta a candidatos a usar datos de la UNAM sobre inseguridad
El tema, aún incipiente en el proceso electoral
La universidad tiene mucho qué aportar, dice
La parálisis y el miedo que genera la violencia en el país persistirán si los candidatos, y finalmente por el próximo triunfador en los comicios del 2 de julio, no integran las propuestas generadas en la universidad para el combate al crimen organizado, aseguró el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan Ramón de la Fuente.
En breve entrevista tras participar en la inauguración del Seminario interinstitucional sobre violencia: elementos básicos de una propuesta de seguridad pública mexicana, De la Fuente refirió que los esfuerzos de la actual administración federal en el combate para frenar la delincuencia organizada y la violencia han sido insuficientes.
"Hay que revisarlo y analizarlo con rigor. (Saber) dónde han estado los puntos más críticos, dónde hemos fallado y también reconocer aquellos en los que ha habido algunos aciertos, pero el balance desde la perspectiva social arroja signos de insuficiencia", señaló.
Agregó que el tema de la seguridad pública "está todavía muy incipiente en los procesos político-electorales", por lo que la academia debe contribuir con propuestas que en su momento puedan ser analizadas y valoradas por los aspirantes presidenciales. "Aquí (en la UNAM) hay buen caudal de conocimiento, me da mucho gusto que el tema, que es de enorme complejidad, sea abordado por la universidad."
Afirmó que, ante la inseguridad, las sociedades responden con parálisis, lo cual, dijo, es entendible pero poco productivo, por ello aseguró que no se debe responder con esa actitud, sino asumir un papel más activo e informado, que permita la participación de la ciudadanía para enfrentar la violencia.
Al inaugurar el seminario, organizado por el Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, el rector indicó que las campañas electorales deben ser un buen telón de fondo para las propuestas en el tema. Destacó que "es un imperativo ético" que el tema se revise con rigor intelectual y a partir de ese análisis puedan explorarse nuevas propuestas y caminos, así como enriquecer los existentes.
Afirmó que más allá de la crítica, "que es ineludible", se requiere encontrar nuevas alternativas que enriquezcan el repertorio actual en beneficio de la sociedad en su conjunto.
Sentenció que los académicos no están al margen del fenómeno, puesto que les preocupa como ciudadanos, porque en cualquier momento pueden ser blanco de agresiones, y como universitarios comprometidos con la sociedad.
Resaltó que estará pendiente de los resultados y propuestas específicas generadas en las discusiones académicas para poder publicar las reflexiones y análisis que surjan a partir del seminario con objeto de que "lo que aquí se discuta pueda llegar a muchos ámbitos".
A su vez, René Jiménez, coordinador de la Unidad de Análisis sobre Violencia Social del IIS, aseguró que una muestra del fracaso de la política de seguridad de la administración foxista es que el programa México Seguro "no es la estrategia correcta"; ante ese panorama, añadió, el próximo Presidente tendrá que terminar con la corrupción e impunidad en las estructuras jurídicas, "caiga quien caiga", para involucrar a la ciudadanía en el combate a la delincuencia.
El especialista dijo que no hay día en que no aparezcan ejecutados por el narcotráfico, lo que demuestra que ese proyecto gubernamental "es una clásica política de mercadotecnia y no de seguridad pública, porque donde hay México Seguro no se terminaron las ejecuciones".
Por otro lado, dijo que las declaraciones del diputado federal Jesús Humberto Martínez de la Cruz -quien dijo que cuando fue regidor en Matamoros, Tamaulipas, negoció con narcotraficantes para parar la violencia en el estado- son "desvergonzadas de ese señor".
Aseguró que si lo que se busca es seguridad, pactar treguas con los delincuentes es incorrecto, porque los delincuentes "no van a respetar los acuerdos". Añadió que lo más grave de estas afirmaciones es que un funcionario público diga siendo autoridad y no se le investigue, así como que exista una situación de ingobernabilidad para permitirle "seguir tan campante".