Lo que se necesita es inversión, crecimiento y empleo, define el empresario

Slim, concentrado en un plan a 5 años para el desarrollo en América Latina

Ahora más que nunca la buena nutrición, salud y educación igualan las oportunidades

REUTERS

Con su buena reputación para los negocios y su fortuna consolidadas, el empresario mexicano Carlos Slim quiere ahora combatir la pobreza, el analfabetismo y los precarios servicios de salud en América Latina, y encabezar un multimillonario esfuerzo para mejorar la infraestructura.

Slim, el tercer hombre más rico del mundo según la revista Forbes, con una fortuna estimada en 30 mil millones de dólares, dijo a Reuters en una entrevista que sus empresas planean construir carreteras, presas hidroeléctricas, refinerías, escuelas y hospitales en la región.

Además de las jugosas utilidades derivadas del desarrollo de infraestructura, Slim también usará sus fondos para echar a andar donaciones por 4 mil millones de dólares en salud y educación.

''Estoy planteando esta empresa que impulsa el desarrollo de América Latina a través del desarrollo de capital humano y de capital físico'', dijo Slim el viernes, al comienzo del primer Latin America Investment Summit, organizado por Reuters.

Otros invitados al encuentro que seguirá esta semana incluyen a ejecutivos de alto nivel del gigante minorista Walmex, del monopolio estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), del gigante brasileño Petrobras y de la minera Companhia Vale do Rio Doce.

Slim, de 66 años, estará concentrado en los próximos cinco años en este gran plan para la región, mitad filantrópico y mitad búsqueda de nuevas oportunidades de negocio.

''Lo que necesitamos es inversión, educación, crecimiento y empleo'', declaró Slim en la entrevista. ''Lo que iguala las oportunidades en el mundo actual ahora más que nunca es buena nutrición, salud y educación'', agregó.

El empresario, un ex corredor del mercado accionario mexicano, es conocido por su toque de ''rey Midas'' en los negocios, comprando empresas baratas para convertirlas en lucrativas generadoras de efectivo.

Pero sus críticos, como el jefe del banco central Guillermo Ortiz, aseguran que sus empresas de telecomunicaciones con las que prácticamente forjó su fortuna son demasiado dominantes e impiden de alguna forma la apertura del sector a una mayor competencia.

Slim, conocido por su naturaleza frugal, ha vivido en la misma casa por décadas y es un férreo defensor de su riqueza.

''La riqueza es como un huerto, lo que hay que repartir es el fruto, no el huerto'', dijo Slim. ''El huerto lo que hay que hacer es que crezca, que se vuelva a invertir, que se haga más grande o que se diversifique con otras cosas'', agregó.

Insiste en que el cielo es el único límite en sus planes para el desarrollo de infraestructura, con los mercados financieros y los bancos abiertos a invertir en sólidos planes de negocios en toda la región.

''Hoy por hoy no se ve un límite a la capacidad de financiar infraestructura rentable o viable'', dijo.

El lado filantrópico de su plan latinoamericano también es amplio y considera ''una fundación, por ejemplo, para apoyar educación, nutrición, la ingeniería mexicana, la ciencia y tecnología, líneas de investigación tecnológica, biomédica o tecnológica'', agregó.

Cuestionado sobre lo grandes que son sus planes, Slim respondió: ''Pues hasta donde yo dé. Pienso que en cinco años debo hacer muchas cosas'', dijo.