Convocan migrantes a manifestación el 10 de abril
Planean boicot contra Pepsi, Budweiser y Bacardí
Junto a las manifestaciones masivas de las pasadas dos semanas en las múltiples ciudades de Estados Unidos en contra de iniciativas que criminalizan la migración, indocumentados mexicanos se preparan para efectuar un boicot en contra de varias trasnacionales que han apoyado dicha legislación y que incluso aportan recursos a las campañas contra ellos.
Parece ser que, tal como hicieron en 1994, contra la propuesta antinmigrante denominada 187, la cual pretendía negar servicios básicos a indocumentados, los migrantes mexicanos en particular e hispanos en general se organizan para impedir que la reforma migratoria que hoy comienza a discutirse en el Senado estadunidense los convierta en criminales.
Durante la pasada reunión de la Comisión Binacional, realizada hace unos días en Washington, los gobiernos de México y Estados Unidos abordaron los temas de seguridad y migración. Pero tal como se esperaba por varios sectores escépticos de ambos lados de la frontera, no hubo anuncios espectaculares de ese encuentro, y las partes -cuyas delegaciones fueron encabezadas por el canciller mexicano Luis Ernesto Derbez y la secretaria de Estado del país vecino, Condoleezza Rice- sólo se comprometieron a mantener la agenda binacional, así como a trabajar conjuntamente en favor de la seguridad en la frontera y la migración. Nada concreto.
El gobierno del presidente Vicente Fox ha expresado que México aspira a que la decisión del Senado estadunidense conduzca en el futuro a una "regularización" de los indocumentados, considerando errónea la postura que impulsan políticos conservadores del país vecino, la cual consiste en ampliar la construcción de muros y bardas en la fronteriza, así como criminalizar la inmigración ilegal.
La Cámara de Representantes aprobó tales propuestas en diciembre pasado y remitió el texto al Senado para su discusión. Se estima que unos 10 millones de mexicanos viven en Estados Unidos, la mitad de ellos sin documentos legales.
Los mexicanos residentes en el exterior, especialmente en el vecino país del norte, enviaron el año pasado remesas por unos 20 mil millones de dólares, cantidad que representa la segunda fuente de divisas para su país, después de la venta del petróleo, pero por delante del turismo y la inversión extranjera.
Varios líderes migrantes en Estados Unidos, entre ellos Ricardo Juárez Nava, de Mexicanos Sin Fronteras, informó que el boicot comercial se podría llevar en contra de las empresas, la cervecera Budweiser, Pepsi Cola y Bacardi, así como las gasolineras Marathon e incluso la empresa del entretenimiento de Walt Disney, entre muchas otras. Estas firmas ya fueron emplazadas mediante un escrito, en el que también se les informa que la única forma de liberarse del boicot es que prueben su oposición a las iniciativas antinmigrantes y en algunos casos que dejen de proporcionar apoyos económicos a esas campañas.
Otros líderes de organizaciones de apoyo a migrantes, como el Consejo Nacional de La Raza (NCLR) y la Coalición Nacional de Grupos Proinmigrantes, de Derechos Civiles, sindicalistas, religiosos y empresariales, precisaron que el boicot forma parte de toda una estrategia que preparan los grupos de indocumentados y pro migrantes en Estados Unidos, a fin de presionar al Congreso de Estados Unidos para que rechace esa legislación.
Entre otras cosas, una de las iniciativas que se discuten en el Senado propone tipificar como delito grave, y ya no como "falta administrativa", el permanecer en territorio estadunidense sin documentos, con lo cual las personas que estuvieran en esa condición serían encarceladas, al igual que todas aquellas que le ayuden a permanecer en ese país, incluyendo a sus familiares, fueran o no residentes legales.
El objetivo de este boicot es impedir, como se logró con las masivas manifestaciones que en 1994 en California con la llamada iniciativa 187, que se apruebe la legislación antinmigrante y decir al Congreso estadunidense que no podrá deshacerse de 11 millones de indocumentados que contribuyen a la economía del país y menos aún convertirlos en criminales. Las organizaciones pro migrantes están convocando a una manifestación nacional el próximo 10 de abril, en pos de una reforma que incluya un componente de legalización para indocumentados que residen en Estados Unidos.