Usted está aquí: viernes 24 de marzo de 2006 Estados Remesas, "única esperanza" en La Florida hidalguense

Con más de 2 mil sitios arqueológicos, no cuentan con servicios básicos ni apoyo oficial

Remesas, "única esperanza" en La Florida hidalguense

Los jóvenes se van a EU ante la falta de empleo y oportunidad de seguir estudiando

CARLOS CAMACHO CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Símbolos en la entrada a La Florida, Hidalgo Foto: Armando Loaiza

Cardonal, Hgo., 22 de marzo. El paisaje es triste: largos tramos de terracería donde sólo se levantan huizaches, biznagas y magueyes. Al final del camino, una placa de cuatro metros ostenta el dibujo de un billete con dos jinetes en el centro y la leyenda "one dollar"; en los extremos, dos astas ondean banderas: una mexicana y otra estadunidense.

Es La Florida, una de las 92 localidades de Cardonal. Ubicada a escasos cinco kilómetros de la cabecera municipal, es una de las más grandes y menos pobladas; por ende, quizá la más olvidada de todas.

La habitan personas de la tercera edad, niños y mujeres, porque la fuerza de trabajo ha emigrado a Estados Unidos, primordialmente a Georgia, Carolina del Norte y -vaya contraste- Florida, en busca de mejores condiciones de vida, con la mira de contribuir al progreso del pueblo.

El servicio de agua potable no es eficiente, no hay caminos pavimentados y el sistema de drenaje es desconocido para los lugareños. Sin embargo, pueden observarse grandes contrastes: las casas de adobe y lámina, y las más antiguas, de penca de maguey, han sido remplazadas por amplias viviendas construidas de tabique y bloc, con peculiares acabados: en los techos lucen antenas de Sky; no hay servicio de transporte público, pero sí camionetas particulares, muchas de procedencia extranjera; no hay asfalto en los caminos, sólo tierra y piedras, pero se cuenta con una de las mejores pistas para carreras de caballos en el país.

"Todo lo que se ha hecho, como la iglesia, la cancha de usos múltiples, los carriles para las carreras de caballos, el lienzo charro, lo hemos costeado nosotros mismos, quizá por la distancia o la pobreza en que vivimos hemos sido abandonados por las autoridades", justifica Martín Mayorga, delegado de La Florida.

La escuela primaria Adolfo López Mateos alberga unos 110 alumnos en los seis grados; es la única de este nivel, igual que la telesecundaria 354, a la que asisten aproximadamente 35 estudiantes; ambos planteles tienen grandes carencias.

Ahí no se imparte educación media superior ni superior; si algún joven tiene inquietud de continuar su instrucción debe recorrer diariamente más de cinco kilómetros de terracería para llegar a la cabecera municipal. Casi nadie lo hace.

En La Florida son pocos los que saben leer y escribir, por lo que el analfabetismo es cosa seria, principalmente en los adultos mayores. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, en 2000 había 16 mil 943 habitantes en El Cardonal, de los cuales aproximadamente 2 mil habitaban La Florida. Se calcula que 70 por ciento hablan una lengua indígena: ñañú u otomí; paralelamente, 80 o 90 por ciento dominan el español.

Sólo cuenta con una clínica rural del Instituto Mexicano del Seguro Social, que ofrece consulta gratuita, de lunes a viernes. En caso de urgencia o de requerir servicio de especialidad, el paciente debe ser trasladado a la cabecera municipal.

Aquí el clima es más que seco, la tierra no es productiva, se cultiva principalmente frijol y maíz, pero únicamente para autoconsumo, dice Eugenio Avalos Martínez, subdelegado de la comunidad que radica en el Distrito Federal.

Dice que quiere cimentar a sus dos hijos un futuro en que no tengan necesidad de ir a "recibir humillaciones al otro lado"; por eso los manda a la escuela y quiere que tengan una carrera. "Los jóvenes aquí terminan la secundaria y se van porque no hay empleos. Hemos pedido apoyo a administraciones pasadas para hacer de este lugar una atracción turística, ya que no tenemos posibilidades de ser productores", indica el ejidatario Alberto Ramírez Mendieta, al tiempo que muestra algunas pinturas rupestres en el corazón de esta comunidad.

Cuenta con 2 mil sitios arqueológicos abandonados y en peligro de perderse, los cuales están registrados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia.

 
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