También lo hizo la legisladora Laura Reyes Retana
Renuncian 17 diputados elbistas al grupo parlamentario del PRI
Un grupo de 17 diputados del PRI, seguidores de Elba Esther Gordillo, anunciaron ayer su renuncia al grupo parlamentario de ese partido, con el argumento de que no están dispuestos a avalar que el candidato de la Alianza por México, Roberto Madrazo, ''haya tomado como rehén a la bancada, secuestrando con esto no sólo a la Cámara de Diputados, sino al país y a todos los mexicanos''. También renunció a la bancada la diputada Laura Reyes Retana, con lo que el tricolor se quedará con 205 legisladores.
Los diputados, cuyo origen político es el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, inclusive afirmaron que su separación no implica renuncia como militantes, pero en esta serie de contradicciones anunciaron que formarían un grupo parlamentario independiente, lo cual es imposible legalmente, pues la Ley Orgánica del Congreso establece que los grupos parlamentarios están integrados por representantes de partidos políticos.
Al respecto, el artículo 26, en sus párrafos primero y segundo, establece que ''conforme a lo dispuesto por el artículo 70 constitucional, el grupo parlamentario es el conjunto de diputados según su afiliación de partido... se integra por lo menos con cinco diputados y sólo podrá haber uno por cada partido que cuente con diputados''.
Los diputados elbistas designaron representante al poblano Guillermo Aréchiga Santamaría, quien ya había renunciado al PRI el 5 de marzo pasado, en rechazo a la actuación del gobernador Mario Marín respecto de la aprehensión de la periodista Lydia Cacho.
A las 4 de la tarde, después de suspenderse en tres ocasiones una conferencia de prensa, este grupo de diputados se presentó a leer un comunicado donde fijaron su posición. El documento, leído por Aréchiga, señaló que Madrazo ha promovido la confrontación entre poderes bajo la falsa premisa de que si al Presidente de la República le va mal, le irá bien al Partido Revolucionario Institucional, y para ello construyó ''alianzas perversas'' que se procesaron bajo la tesis de la disciplina partidista, ''lo mismo en el desafuero de Andrés Manuel López Obrador, que para consolidar alianzas electorales, aun cuando fueran trajes a la medida para intereses particulares''.