Usted está aquí: domingo 12 de marzo de 2006 Estados Por "tener pacto con el diablo" expulsan a alumna de secundaria

El padre de la menor oaxaqueña hará huelga de hambre

Por "tener pacto con el diablo" expulsan a alumna de secundaria

LEONIDES SANDOVAL CASTAÑEDA

Por "tener pacto con el diablo", "leer las cartas", "practicar la hechicería" y portar una medalla "esotérica", directivos de la escuela secundaria Lázaro Cárdenas, ubicada en Santiago Xiacui, municipio de Ixtlán de Juárez, Oaxaca, expulsaron "definitivamente" del colegio a la alumna Gemila Antonio Domínguez el pasado 26 de octubre.

Así lo denunció Aquilino Antonio Cruz, padre de la adolescente, quien advirtió que a partir del 20 de marzo comenzará una huelga de hambre en Guelatao, ante el monumento a Benito Juárez, para exigir una investigación, castigo a los funcionarios involucrados, una disculpa pública y una indemnización para que la niña continúe sus estudios en otro centro escolar, pues de donde fue separada existe un "ambiente de linchamiento" y teme que haya represalias en su contra.

En entrevista con La Jornada, Antonio Cruz recordó que en septiembre, el director del colegio, Modesto Zárate Rojas, le informó que el personal de la escuela pensaba hacerle a la alumna un reconocimiento debido a su destacada participación en la banda de guerra, donde había afinado los tambores y enseñado nuevos acordes a sus compañeros.

Pero un mes después, Zárate Rojas lo cita para informarle, sin documento de por medio, que el consejo técnico de la escuela había decidido expulsar a la niña "temporalmente", a lo que los profesores de física y matemáticas que lo acompañaban, le susurraron que fuera "definitiva".

El argumento es que la niña había dibujado una "diabla", una mujer alada con cola y cabeza de tres picos, cuya pintura traspasó el papel y se proyectó en la pared de su dormitorio, ya que la escuela es también un albergue. A ello, la joven explicó que se trataba de una fusión de tres dioses del Egipto que ella creó.

Eso, además de otras "evidencias", como una medalla que compró en un tianguis y unas cartas que recortó de la revista del 15 de julio de 2005, sirvieron de argumento a los funcionarios para decir que la niña había provocado un "desequilibrio emocional" en los alumnos, pues tenían pesadillas y muchos padres querían llevarse a sus hijos del pupilaje.

Después de apelar ante el director, el padre de la menor interpuso su queja ante el departamento de secundarias generales del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, con copia a la Comisión Estatal de Derechos Humanos.

En comunicados enviados el 11 de noviembre y 5 de diciembre, el jefe de ese departamento, Julián Gilberto Ramírez Guerrero, conminó al director a que, "con el objeto de no fincarle responsabilidades administrativas", reincorpore de inmediato al grado y grupo en que se encontraba la alumna, ya que los dichos de los (siete) alumnos (que la acusaron de "practicar la hechicería") no fueron corroborados ni por el personal ni por el director de la escuela, ni consta que al tutor de Gemila Domínguez se le haya citado en tiempo y forma, y mucho menos al compromiso que haya llegado para corregir el comportamiento de la menor".

Le dice además que el consejo técnico no estuvo constituido legalmente, ya que no estuvo convocado ni encabezado por su presidente (el director mismo), mucho menos participaron los presidentes de la sociedad de alumnos y de la asociación de padres de familia, además de privar a la joven de un derecho universal.

A pesar de que la orden está fechada el 5 de diciembre, fue hasta la noche del 17 de enero cuando se presentó un trabajador para informar que se reincorpore la niña, pero a estas alturas, dice el denunciante, el daño ya está hecho y ahora exige la reparación del daño.

 
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