La agencia espacial reitera su hipótesis de vida a partir de la presencia del líquido
Descubre la NASA indicios de agua en la luna Encelado del planeta Saturno
La sonda estadunidense MRO inicia su acercamiento a Marte con el mismo objetivo
Ampliar la imagen Gráficas de la NASA que muestran material glaciar en el polo sur de la luna de Saturno. La sonda Cassini encontró evidencia de agua que brota de los géiseres de Encelado Foto: Ap
Ampliar la imagen Gráficas de la NASA que muestran material glaciar en el polo sur de la luna de Saturno. La sonda Cassini encontró evidencia de agua que brota de los géiseres de Encelado Foto: Ap
Washington, 9 de marzo. La sonda Cassini de la agencia espacial estadunidense NASA halló sorpresivamente reservas de agua en la pequeña y misteriosa luna Encelado, del planeta Saturno.
Los fríos lagos acumulan agua pocos metros debajo de la superficie y explotan como géiseres, informó la NASA.
Hasta ahora se suponía que el vulcanismo activo sólo existía en la Tierra, en la luna Io, de Júpiter, y posiblemente en la luna Tritón, de Neptuno.
Cassini hizo ahora de Encelado uno de los sitios más emocionantes del sistema solar, añadió la agencia espacial.
Los científicos de la NASA se preguntan por qué esta pequeña luna -con un diámetro de 500 kilómetros- es tan activa. Posiblemente puede haber también en Encelado organismos vivos.
Luego de que la sonda Cassini pasó volando a sólo 175 kilómetros de Encelado (la última vez en julio de 2005), la NASA planeó una nueva aproximación en la primavera (boreal) de 2008. Encelado fue descubierta en 1789 por el alemán Wilhelm Herschel. Esta luna asimétrica orbita alrededor de Saturno a una distancia promedio de 238 mil kilómetros.
En busca de los misterios del Marte
Por otra parte, la sonda estadunidense Orbita de Reconocimiento de Marte (ORM) inició su acercamiento a Marte, en torno al cual debe ponerse en órbita el viernes para realizar -durante dos años- observaciones científicas detalladas. El objetivo es revelar los misterios del planeta rojo.
La misión está destinada básicamente a buscar indicios de agua en este planeta, además de preparar futuras misiones de exploración robótica y colaborar con el envío de seres humanos en el futuro.
El viernes, poco después de las 21:24 horas (GMT) y después de un viaje de siete meses, los motores de la nave espacial de 2 mil toneladas se encenderán automáticamente durante 27 minutos para frenar su velocidad un 20 por ciento (hasta 14 mil kilómetros por hora), lo que permitirá que la sonda sea capturada por la fuerza de atracción de Marte para entrar en órbita.
Unos 20 minutos después, el MRO desaparecerá detrás de Marte para reaparecer luego de 30 minutos, hacia las 22:16 horas (GMT) y establecer contacto por radio con la Tierra.
Sólo en ese momento la NASA sabrá si el ORM logró ponerse en órbita.
"Estamos ansiosos y preocupados en este momento particular (...), aunque confiados", dijo el miércoles Jim Graf, director del proyecto ORM en el Laboratorio de Propulsión de la NASA, en California.
La ORM está programada para efectuar automáticamente todas las maniobras. Lo difícil, agregó Graf, será manejar la nave para hacerla entrar a la órbita de Marte. Debido a la gran distancia, la información que llegue a la Tierra desde la sonda tardará 12 minutos y otros 12 para que se envíen las instrucciones.
"El equipo no tendrá tiempo de reaccionar" en caso de tener que hacer correcciones, agregó. "La nave tiene que hacerlo todo por su cuenta.
"Marte es impredecible. Dos de cuatro orbitadores enviados a Marte por la NASA no lograron superar esta fase", explicó. A fines de marzo los ingenieros iniciarán las operaciones de frenado atmosférico, lo que permitirá a la sonda comenzar su misión de observación, que durará 25 meses.
"La ORM permitirá extender considerablemente nuestra comprensión científica de Marte, preparar las dos próximas misiones robóticas sobre su suelo y ayudar a la preparación de futuras expediciones humanas", explicó Doug McCuistion, director del programa de la NASA.
Las misiones robóticas son Fénix, que saldrá para Marte en 2007, seguido de un Laboratorio de Ciencia en Marte en 2009. "Esta sonda podrá, con sus seis instrumentos de gran potencia, reunir más información que todas las demás misiones marcianas juntas", destacó Graf.
Los científicos podrán también comprender mejor los cambios atmosféricos marcianos y los fenómenos que transformaron la geología del planeta, donde puede haber habido vida. "Queremos sobre todo saber si hay agua, bajo cualquier forma", destacó Richard Zurek, responsable científico del orbitador ORM.
Para cumplir esta misión, la sonda se valdrá de un espectómetro que detecta minerales relacionados con la presencia de agua, un radar capaz de penetrar el suelo para examinar la posible presencia de agua o hielo, y un radiómetro que analiza el polvo atmosférico, el vapor de agua y la temperatura.
Una de las tres cámaras del ORM tiene el objetivo telescópico de mayor diámetro enviado alguna vez al espacio, y es capaz de mostrar con gran nitidez rocas y franjas de tierra de menos de dos metros de ancho. La segunda cámara puede preparar imágenes de alta resolución y la tercera podrá hacer un mapa climático de Marte.
Todos estos datos se transmitirán a la Tierra por una antena, así como un transmisor alimentado eléctricamente por paneles solares.
El ORM se unirá a los orbitadores estadunidenses Explorador Global de Marte y Odisea de Marte, y al europeo Expreso de Marte, que buscan indicios de agua y hielo en Marte. Los robots Spirit y Opportunity iniciaron su tercer año de exploraciones sobre el suelo marciano.