El estadunidense Denny Hamlin se llevó la tercera fecha del serial
Juego sucio aleja del podio a los mexicanos en la Nascar
Carlos Contreras ocupó el sitio 11, seguido de Adrián Fernández
Ampliar la imagen Con algunos incidentes en la pista, desafortunadamente en detrimento de los mexicanos, concluyó la tercera fecha del serial estadunidense Nascar Busch Foto: Marco Peláez
Al menos dos mexicanos habrían conseguido otro sitio en el podio en el autódromo Hermanos Rodríguez -luego de la victoria de Luis Miguel Díaz-, pero las jugadas sucias sobre la pista, que confirmaron ser la esencia del serial estadunidense Nascar Busch, los dejaron lejos del objetivo, ante un público que, decepcionado, dedicó rechiflas y mentadas a los "beneficiados".
El estadunidense Denny Hamlin consiguió el primer triunfo de su trayectoria en una accidentada carrera que transcurrió entre nueve banderas amarillas de precaución durante las 80 vueltas pactadas.
Carlos Contreras, en el puesto 11, y el experimentado Adrián Fernández, en el 12, fueron los mexicanos mejor ubicados en la meta, aunque también completaron el recorrido Jorge Goeters (14), Rogelio López (29) y Patrick Goeters (31).
Fuera de toda oportunidad quedaron el joven Carlos Pardo y el veterano Jimmy Morales debido a fallas en sus bólidos, y Michel Jourdain, quien fue literalmente marginado por Kyle Busch cuando marchaba en punta.
Jourdain cumplía su segundo giro como líder en la quinta rearrancada, cuando el piloto estadunidense se abalanzó por dentro de la curva peraltada, en un movimiento tal vez usual de la categoría que se desarrolla primordialmente en los óvalos estadunidenses.
Con evidente oficio en la categoría, por algunos calificada como "autos chocones" o "lucha sobre ruedas", Busch se impactó sobre la parte trasera del auto de Jourdain, quien trompeó, mientras que el agresor continuó su camino e incluso finalizó séptimo.
La primera afrenta a los locales la padeció Adrián Fernández, cuando en el giro 16 Jamie McMurray se derrapó al final de la segunda recta y encontró como freno al mexicano, propietario del equipo Lowe's Racing, cuyo auto Chevrolet marcado con el número 57 quedó dañado y libró el resto de la carrera entre constantes visitas a pits.
McMurray sólo mereció una penalización de parada en pits, pero el mayor castigo tal vez fue la rechifla del público, unos diez mil asistentes que durante la recta le dirigieron al unísono el clásico "¡Uleeero!", que no entendió, pero seguramente lo sintió.
Un rechazo más contundente tuvo Kyle Busch, que en su siguiente parada recibió mentadas directas.
Carlos Contreras, el mexicano con mayor experiencia en la Nascar Busch, también perdió una oportunidad. De hecho cerró la vuelta 50 en la vanguardia, pero entró a pits en bandera amarilla provocada por un despiste de Joel Kauffman, perdió el puesto y tuvo que empezar de cero.
Mientras que los pilotos mexicanos parecían los blancos, porque fueron los únicos "golpeados" durante la justa, los protagonistas del serial estadunidense sólo mantuvieron el orden por los puestos principales, y detrás de Hamlin se ubicaron Boris Said, quien había arrancado en primero, y Kevin Harvick.
Esta tercera fecha de la Nascar Busch y segunda en territorio mexicano -el debut fue en 2005-, fue sólo una prueba de los embates que experimentan los pilotos mexicanos en el serial estadunidense, en donde militarán este año Adrián Fernández, Michel Jourdain y Jorge Goeters.