En el segundo día de su convención, ofrece ayuda al gobierno para acabar con ETA
El Partido Popular español se define como formación de "centro reformista"
Blanco de ataques en el País Vasco, dos inmuebles oficiales y la casa de un alcalde
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La ertzaintza, policía vasca, reprimió una manifestación en Portugalete, Vizcaya, convocada en homenaje a los presos relacionados con ETA Igor Angulo y Roberto Sáiz, quienes fallecieron esta semana en cárceles de Cuenca y Aranjuez. No se reportaron lesionados
Foto: Ap
Madrid, 4 de marzo. El opositor Partido Popular (PP) se definió este sábado en un manifiesto como partido de "centro reformista", en la convención nacional que fue inaugurada la víspera, y entre los puntos que ilustran su identidad incluyó de manera destacada el rechazo a "toda negociación con el terrorismo.
"Somos un partido de centro reformista", es la primera frase de una resolución ideológica aprobada por el partido conservador y en la que afirmó representar "todo el espacio político que va del centro a la derecha nacido en la transición" democrática.
En el segundo día de su convención, el PP ofreció su ayuda al gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero para acabar con la organización armada independentista Patria Vasca y Libertad (ETA), lo que definió como "lucha contra el terrorismo". Por tanto, calificó de "moralmente inadmisible" cualquier tipo de "condescendencia o negociación política" con el grupo armado.
El ex presidente del gobierno, José María Aznar, dio el tono a la convención al lanzar duros ataques contra el gobierno de Rodríguez Zapatero, a quien acusó de "rendirse" frente a ETA y participar en el "desmembramiento" de España al negociar un estatuto de autonomía ampliado con los nacionalistas catalanes.
Aznar, en el poder desde 1996 a 2004, negó que hubiera negociaciones con el grupo vasco durante su mandato. Empero, su gobierno se entrevistó en secreto con éste el 19 de mayo de 1999 en Zurich, ocho meses después del anuncio de ETA sobre un alto al fuego.
El número dos del gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE), José Blanco, afirmó este sábado que Aznar había "negociado" entonces con ETA, a la que denominó "movimiento nacional de liberación vasca" y no "organización terrorista" en la declaración de aquella época. Según Blanco, Aznar aprobó durante su mandato el reagrupamiento de "156 presos de ETA en el País Vasco".
En tanto, un tribunal, un ayuntamiento, la sede de un sindicato próximo a los socialistas del gobierno de Rodríguez Zapatero y la vivienda de un alcalde socialista fueron blanco de actos violentos en el País Vasco, norte de España.
Los sucesos se produjeron después del suicidio, el lunes, y la muerte por crisis cardiaca, el viernes, de dos presos de ETA. Al respecto, la organización separatista responsabilizó de los hechos "al gobierno del PSOE" y a "todos los partidos que colaboran" con éste.
Desconocidos lanzaron este día botellas de pintura roja y amarilla -los colores de la bandera española- contra el domicilio del alcalde socialista de Rentería, cerca de San Sebastián, Juan Carlos Merino. Cerca de ahí, varias personas aventaron piedras contra la alcaldía de Zumárraga.
Otros provocaron un incendio en el tribunal de Markina, cerca de Bilbao, y después fue arrojada una bomba molotov contra una empresa de seguros, Mapfre, en la zona industrial de Barakaldo. En Navarra, región limítrofe con el País Vasco, sede del sindicato UGT, próximo a los socialistas, fue pintada con la palabra "asesinos".
Los nacionalistas vascos moderados y radicales pidieron al gobierno español que autorice el reagrupamiento, en el País Vasco, de unos 700 detenidos de ETA. La suerte de los presos, que representan una voz influyente en el seno de la organización, es una de las cuestiones claves de todo proceso negociador sobre el futuro del País Vasco.