Siguen protestas en Pakistán, Nigeria, Londres, Alemania y Francia; 16 muertos
Renuncia el ministro italiano que usó camiseta con caricaturas sobre Mahoma
Ofrecen recompensa por la cabeza del autor danés de una de las polémicas viñetas
Ampliar la imagen Una protesta que comenzó en Trafalgar Square y concluyó en Hyde Park, Londres, reunió este sábado a más de 10 mil manifestantes musulmanes. No se reportaron incidentes Foto: Reuters
Roma, 18 de febrero. El ministro para las Reformas italiano, Roberto Calderoli, cedió hoy a las presiones y dimitió al cargo, después de que provocó violentas manifestaciones la víspera en Libia por haber llevado una camiseta con las polémicas viñetas sobre Mahoma, mientras los actos de repudio a las caricaturas continuaron en varias partes del mundo y en Nigeria dejaron 16 muertos.
En una declaración, Calderoli afirmó que dejaba el cargo para poner fin a los "vergonzosos ataques" perpetrados contra él y su partido, la derechista y populista Liga Norte. "Por ese motivo decidí poner mi cargo a disposición del primer ministro (Silvio) Berlusconi.
"Me marcho por responsabilidad y no porque el gobierno y la oposición me lo hayan pedido", subrayó.
El anuncio de la dimisión estuvo lleno de amargura y podría tener consecuencias negativas para la coalición dentro del gobierno de Berlusconi, quien se enfrenta a una difícil campaña rumbo a las elecciones legislativas de los días 9 y 10 de abril, cuyo vencedor dirigirá el país.
La renuncia fue exigida la noche del viernes por el primer ministro italiano y dirigentes de otros partidos del gobierno, tras las manifestaciones frente al consulado de Italia en Bengazi, Libia, donde 11 personas murieron, entre ellas cuatro extranjeros, y 35 resultaron heridas.
La Fundación Kadafi instó a Berlusconi a adoptar "medidas urgentes contra ese ministro odioso y racista", so pena de "ver sus intereses y relaciones (con Libia) pasar por una fase delicada y decisiva de revaluación".
Después de obtener la salida de Calderoli, Berlusconi anunció en un comunicado que telefoneó a Muammar Kadafi y consiguió garantías de que "este grave incidente" no tendrá "repercusiones negativas" en las relaciones entre ambos países.
Mientras tanto, en Trípoli, el Congreso General del Pueblo despidió al ministro de Interior, Naser al Mabrouk Abdalah, y al jefe de la policía de Bengazi, al decir que usaron una "fuerza desproporcionada" para dispersar a los manifestantes que intentaron asaltar el consulado italiano. El Congreso declaró "mártires" a los muertos y este sábado día de luto.
En tanto, el caricaturista danés Kurt Westergaard, cuyo dibujo sobre Mahoma con una bomba en el turbante provocó fuertes protestas y manifestaciones en el mundo, manifestó que no se arrepiente de haber realizado la viñeta ni de que se haya publicado, declaró al periódico escocés The Herald de Glasgow.
Por lo pronto, la asociación de orfebres de una provincia del noroeste de Pakistán ofreció un millón de dólares por la cabeza del creador de las viñetas.
En ese sentido, Mohammed Yaqub Qureshi, ministro del estado de Uttar Pradesh, norte de India, ofreció 11.5 millones de dólares por la decapitación de cualquiera de los caricaturistas que realizaron los polémicos dibujos.
En tanto, cuatro personas resultaron heridas hoy, luego de que se registraron disparos en una protesta en el centro de Pakistán contra la publicación de los dibujos sobre el profeta Mahoma. El tiroteo ocurrió mientras los manifestantes apedreaban a la policía y trataban de bloquear una carretera en el pueblo de Chiniot, en la central provincia del Penjab, declaró un oficial de policía local.
Al menos 16 personas fallecieron en el norte de Nigeria, informó la policía, y agregó que los manifestantes quemaron unas 11 iglesias.
En Londres, una protesta que reunió a cerca de 10 mil manifestantes, según la policía, arrancó desde Trafalgar Square hasta Hyde Park, sin que se registraran incidentes.
Más de 3 mil 500 personas se manifestaron de manera pacífica en las ciudades alemanas de Duisburgo y Kassel contra las caricaturas sobre Mahoma. Lo mismo ocurrió en la localidad francesa de Montpellier, donde se reunieron entre 2 mil y 3 mil personas.