Presionará los activos y rentabilidad de las compañías: S&P
Repunte del crédito automotriz; aumenta riesgo de morosidad
Apenas un rostro del desbordado incremento de los préstamos al consumo, en los pasados cinco años el financiamiento para la compra de automóviles en México se duplicó y la demanda esperada para los siguientes meses hace temer sobre el deterioro de la capacidad de pago de los usuarios, de acuerdo con especialistas.
"Seis de cada 10 autos que se venden actualmente en México son comprados mediante un crédito", explicó la firma especializada Standard and Poor's (S&P). Hace cinco años, el financiamiento explicaba la venta de tres de cada 10 automóviles particulares. "La puesta en marcha de planes de financiamiento más agresivos puede comenzar a ejercer presión en la calidad de los activos y la rentabilidad de las compañías", consideró la firma calificadora.
Hasta hace menos de un año, el sistema bancario estuvo fuera del mercado de financiamiento automotriz, que era dominado completamente por las Sociedades Financieras de Objeto Limitado (Sofoles), relacionadas con las propias firmas armadoras y que constituían la primera opción ofrecida por la agencia al posible comprador de un auto a crédito.
En los recientes años, según datos oficiales de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y la Asociación de Bancos de México (ABM), la participación de estas Sofoles o financieras cautivas disminuyó y al tercer trimestre de 2005, según datos recientes, otorgaron financiamiento a 46 por ciento de las ventas de autos al menudeo, en comparación con 77 por ciento que concentraban en 2000.
"Este descenso ha sido resultado del surgimiento de la oferta de créditos por los bancos después de que habían permanecido prácticamente inactivos tras la severa crisis económica de 1995", expuso Standard and Poor's.
Según información de la ABM, el crédito bancario para la adquisición de bienes duraderos, renglón en el que se agrupa a los automóviles, repuntó en diciembre pasado a una tasa de 13.3 por ciento anual, todavía por debajo de la mostrada en otros segmentos de consumo: en tarjeta de crédito subió a una tasa anual de 57.2 por ciento; y en préstamos personales lo hizo a 67.4 por ciento.
El sistema bancario aumentó su participación en el financiamiento de vehículos a 33 por ciento de las ventas a crédito, contra 11 por ciento en 2000.
Para hacer frente a esa competencia, las financieras han desarrollado planes de financiamiento con ausencia de enganche, plazos sin intereses y planes más flexibles de pago