El Foro Etico Mundial combatirá leyes "ilegítimas"
Los organizadores del Foro Etico Mundial publicaron los resolutivos de su primer encuentro en México, celebrado a finales del mes pasado, donde destacan el impulso de leyes que defiendan la vida humana desde la fecundación hasta la muerte natural, preserven el matrimonio heterosexual y eviten que parejas del mismo sexo reciban hijos en adopción. Y si existen leyes contrarias a su pensamiento, entonces combatirlas porque para ellos carecen de legitimidad.
Entre las agrupaciones convocantes se encuentra la Asociación Nacional Cívica Femenina (Ancifem), entre cuyos miembros prominentes están Ana Teresa Aranda y Ana Rosa Payán, secretaria de Desarrollo Social y directora general del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia.
De acuerdo con los resolutivos, quienes integran la Coordinadora Ciudadana, Red Familia, el Instituto de Política Familiar, Alianza Magisterial, Ancifem, Consejo Ciudadano para la Seguridad y la Justicia Penal, el Centro de Cultura Humanística y la Universidad Popular Autónoma de Puebla, entre otras, acordaron "generar una estrategia de boicot a empresas que promuevan antivalores", "desarrollar una estrategia de cabildeo eficaz ante las autoridades gubernamentales (legislativas y ejecutivas) para modificar las leyes contrarias a la vida y a la familia", así como "alertar al Estado, a los legisladores y al Poder Ejecutivo de la necesidad de escuchar y acatar solicitudes de las instituciones sociales. De lo contrario, no votar por ellos".
Resaltaron la urgencia de pedir "a los partidos y a los gobiernos del mundo definan los principios éticos que están dispuestos a respetar y los difundan", para que los ciudadanos "podamos identificar, conocer y evaluar en la actuación y resultados de esas entidades políticas".
Así, afirmaron, "cualquier ley o política pública que atente contra un derecho humano fundamental o sea esencialmente contraria a los principios éticos universales no tiene legitimidad, aunque haya sido aprobada en votación democrática legislativa y con formalidad legal. Por tanto, las personas tienen no sólo el derecho humano y la libertad de no obedecerlas, sino la obligación ética de combatir para que no se apliquen y para que sean derogadas o modificadas de fondo".
Vislumbran como oportunidad para "impulsar la dignificación de la política con los principios y valores de la ética", el rechazo de ciudadanos a políticos y sus partidos "por hechos escandalosos de corrupción, complicidad en el delito, impunidad, prepotencia y evidente manipulación".
Alma E. Muñoz