Elevar la comisión a gasolineros, 30% de lo que ganan por fraude
El incremento a 6.5 por ciento propuesto por Petróleos Mexicanos (Pemex) en el pago del margen de comercialización o comisión por venta de combustibles a los dueños de las 7 mil 200 gasolineras del país elevará a 16 mil millones de pesos el ingreso anual de las estaciones de servicio, pero este monto representa menos de la tercera parte, 30 por ciento, de los beneficios que obtienen por las adulteración de combustibles y el despacho de litros incompletos.
De acuerdo con informes sobre el consumo de combustibles en México, el ingreso de las gasolineras diseminadas en el país se elevará de casi 13 mil millones de pesos al año a 16 mil millones, cantidad inferior a los 20 mil millones de pesos en que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) calcula el monto que obtienen los concesionarios por el despacho incompleto de gasolina.
Adicionalmente, también es inferior a los 17 mil millones al año que ingresan a este tipo de empresas por la adulteración de los combustibles.
Actualmente, el margen de comercialización que obtienen los dueños de las estaciones de servicio es de 5.70 por ciento para la gasolina Magna; 5.92 para la Premium, y 4.36 por ciento para el diesel. Pemex les ofrece elevar y homologar la comisión por la venta de estos combustibles a 6.5 por ciento, lo que significa ganancias adicionales para las gasolineras de 3 mil millones de pesos, según las últimas estimaciones de Pemex Refinación.
Casi 150 mil despachadores de gasolina trabajan sin salario
Sin embargo, para los gasolineros organizados este aumento en el margen de comercialización ofrecido por Pemex es considerado insuficiente para modernizar e instalar nuevos equipos que permitan garantizar el despacho justo y completo de los combustibles, por lo que han condicionado la firma del nuevo contrato franquicia a un incremento del 10 por ciento en el pago de su comisión.
Pese a las multimillonarias ganancias que obtienen los concesionarios de la franquicia Pemex, ellos continúan escamoteando las prestaciones laborales de los casi 150 mil despachadores que trabajan sin salario en las estaciones de servicio.
La complacencia de Pemex para con los gasolineros ha permitido que el marco jurídico por medio del cual se ha concesionado la franquicia tenga lagunas legales que permiten a los empresarios eludir sanciones mediante el amparo, y posponer cualquier medida correctiva hasta por un año y medio.
La laxitud con la que han obrado las autoridades de Pemex y de las secretarías de Energía, de Economía y de Hacienda al concederles un año de plazo para que cambien las bombas despachadoras, es interpretada por algunos observadores como una concesión a los propietarios reales de las gasolineras, que se especula en su mayoría pertenecen a prominentes políticos.
Hasta este lunes la Profeco había clausurado 20 estaciones de servicio debido a que fueron sorprendidas con bombas que no cumplen con la norma y despachan litros incompletos. De acuerdo con estimaciones de la Profeco, 20 mil bombas requieren cambiarse porque prácticamente son chatarra, ya que tienen más de diez años de antigüedad, y sólo 10 mil cumplen con las disposiciones oficiales.