Usted está aquí: viernes 10 de febrero de 2006 Sociedad y Justicia Políticas de salud en México violan el tratado contra el tabaco, acusan ONG

Philip Morris y BAT ''forzaron'' a legisladores a firmar ''acuerdo voluntario'', dicen

Políticas de salud en México violan el tratado contra el tabaco, acusan ONG

En el CMCT otorgan al gobierno de Vicente Fox el ''antipremio'' Cenicero Sucio

KYRA NUÑEZ Y ANGELES CRUZ CORRESPONSAL Y REPORTERA

Ginebra, 9 de febrero. Las políticas del sector salud para combatir el consumo de tabaco "engañan a la opinión pública y violan el Tratado Contra el Tabaco" que México ratificó en 2004, acusaron Corporate Accountability International (CAI), Network for Accountability of Tobacco Transnationals (NATT) y otras organizaciones no gubernamentales (ONG), aduciendo que las gigantes tabacaleras Philip Morris/Altria y la British American Tobacco (BAT) ''forzaron la mano de dirigentes y legisladores mexicanos para la firma de un acuerdo voluntario mediante el cual interfieren directamente en la regulación de las políticas de salud e implementación de las medidas en contra del cigarro".

"Este acuerdo infame es un mal ejemplo para la región latinoamericana, para el mundo entero, que lucha contra la perversa infiltración de las corporaciones tabacaleras, y es una evidente violación del artículo 5.3 del Tratado contra el Tabaco que claramente establece la obligación de no entrar en ningún tipo de tratos con las cigarreras", afirmó Yul Francisco Dorado, de CAI.

Por su parte, la Fundación Interamericana del Corazón, la Red México sin Tabaco y la Alianza para el Convenio Marco informaron que las más de 200 ONG de los países participantes en la Conferencia de las Partes del Convenio Marco del Control del Tabaco (CMCT), de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se realiza en Ginebra desde el lunes pasado, otorgaron a México el ''antipremio'' Cenicero Sucio, debido a que el gobierno de Vicente Fox ha desarrollado acciones que se consideran contrarias al control de la adicción al tabaco.

México, caso crítico

Las acusaciones de CAI y NATT fueron trasmitidas a la delegación mexicana esta mañana; ''Cristóbal Ruiz Gaytán aseguró a las ONG que no hay violaciones ni interferencias y adelantó que todas las críticas callarán cuando el Congreso apruebe, próximamente, una nueva ley que prohibirá toda publicidad de cigarros, el patrocinio de la industria tabacalera de eventos culturales y sociales, y la promoción de eventos deportivos", afirmó Dorado citando declaraciones del secretario técnico del Consejo Nacional contra las Adicciones, aseveraciones que no pudieron ser confirmadas con el funcionario hasta la hora de redactar esta nota.

Según las denunciantes, "poco después de que México ratificó el Tratado Global contra el Tabaco, Philip Morris/Altria y la British American Tobacco lograron un convenio voluntario con la Secretaría de Salud (Ssa), mediante el cual las trasnacionales financiarían programas de salud; el convenio traducido en un peso del precio de la cajetilla de cigarros para investigaciones de cáncer infantil -entre otras-, es una violación al tratado porque el artículo 5.3 claramente obliga al país a no tener ningún tipo de trato ni aceptar la interferencia de la industria tabacalera para así proteger la independencia de las políticas del sector salud", explicó a este diario Kathryn Mulvey, dirigente de CAI.

El convenio voluntario, firmado apenas tres semanas después de que México ratificó el tratado (fue el primer país latinoamericano en hacerlo), establece que las tabacaleras aportarán un peso por cada cajetilla vendida, recurso que es administrado directamente por la Ssa para atender enfermedades relacionadas con el tabaquismo; en 2006, esa aportación alcanzaría los 4 mil millones de pesos.

"Pero esto es una farsa, un engaño", afirmó Bryan Hirsh, delegado de CAI; el peso que las transnacionales dicen aportar es pagado por el consumidor, a quien le aumentaron el precio de la cajetilla en una forma tramposa de autorregulación, además de que, hasta donde sabemos, apenas unos 30 centavos de ese peso van a parar al sector salud.

Hirsh mantuvo la denuncia de que en México la industria cigarrera continuó presionando, mintiendo, corrompiendo y sobornando a dirigentes y legisladores para interferir en la estricta aplicación de las provisiones del tratado; aseguró que los comercios siguen vendiendo cigarros a menores de edad y la publicidad del tabaco no ha acabado.

En Argentina, Brasil, Perú, Chile, Colombia y Guatemala también presionan, pero "el caso crítico es México", adujo Dorado; 15 de 35 países americanos han ratificado el tratado, el que tiene la mayor oposición de Estados Unidos.

El financiamiento de Philip Morris/Altria y BAT, aunque sea para una buena causa, "es un conflicto de intereses" que compromete la política de salud, la cual "debe definirse y regularse sin la intervención o interferencia de las compañías de cigarros", insistió Mulvey.

Orgullos y olvidos

Por su parte, la Fundación Interamericana del Corazón, la Red México sin Tabaco y la Alianza para el Convenio Marco recordaron que el pasado 23 de enero, la delegación de México presentó su informe de avances en la reducción del tabaquismo en el país y "manifestó orgullo por los acuerdos realizados con la industria tabacalera". Los representantes dijeron que dichos convenios podían servir como modelo a seguir por otros países y que, inclusive, los presentarían ante la OMS.

Sin embargo, destacaron las ONG, la delegación oficial "olvidó" mencionar que mientras el acuerdo con la industria esté vigente, no será posible avanzar en el aumento de impuestos, que el espacio para las advertencias sanitarias en las cajetillas de cigarros se limitará a la cara posterior del producto y que tampoco se podrán colocar imágenes o pictogramas.

Además, se seguirá permitiendo el uso de "términos engañosos como light y suaves" y se aleja la posibilidad de la prohibición total de cualquier tipo de publicidad, la promoción y el patrocinio de los productos del tabaco.

Los representantes de los grupos de la sociedad civil nacional e internacional reiteraron que México viola los principios del CMCT, que obliga a los países a que al establecer y aplicar políticas de salud públicas relativas al control del tabaco, deben actuar de manera que protejan a la salud pública de los intereses comerciales y otros creados de la industria tabacalera.

La Conferencia de las Partes del CMCT inició el pasado 6 de febrero y concluirá el día 17. Participan los 121 países que han adoptado o ratificado el CMCT, promovido por la OMS debido a la creciente afectación a la salud pública causada por el tabaquismo.

De acuerdo con el organismo internacional, las enfermedades vinculadas con esa adicción ocasionan la muerte prematura de más de cinco millones de personas al año en el mundo y para el año 2020 habrá ocasionado más de 10 millones de pérdidas de vidas humanas.

 
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