Usted está aquí: viernes 10 de febrero de 2006 Mundo Compensa el gobierno de Guatemala a sobrevivientes de matanza militar

Uniformados asesinaron en 1982 a más de 200 personas

Compensa el gobierno de Guatemala a sobrevivientes de matanza militar

REUTERS

Ampliar la imagen Uno de los sobrevivientes, de espalda a un mural con los nombres de las víctimas Foto: Reuters

Plan de Sanchez, 9 de febrero. Los sobrevivientes de una brutal matanza ocurrida hace 24 años en un poblado de Guatemala lograron algo de paz esta semana, cuando el gobierno empezó a pagar compensaciones por las muertes.

Pobladores de Plan de Sánchez, remota aldea en las montañas, dijeron que los primeros pagos del gobierno comenzaron a reflejarse en sus cuentas bancarias.

Guatemala dispone de un fondo de 8 millones de dólares para compensar a las víctimas de la matanza militar que cobró las vidas de más de 200 personas, la mayoría mujeres y niños mayas.

El 18 de julio de 1982, soldados y paramilitares aliados invadieron la aldea y violaron y torturaron a los pobladores, a los que luego llevaron a un edificio, que volaron con granadas de mano.

Fue una de las matanzas más brutales cometidas por el ejército en su lucha contra los rebeldes. Más de 200 mil personas murieron durante la guerra civil guatemalteca que concluyó en 1996, tras 36 años.

El año pasado, la Corte Interamericana de Derechos Humanos decretó que el gobierno de Guatemala debe indemnizar con casi 25 mil dólares a cada uno de los 317 familiares de los asesinados.

"En Guatemala la actitud de los políticos era negar lo innegable, y excusar lo inexcusable", dijo Frank La Rue, secretario presidencial para los Derechos Humanos y ex director del organismo, que inició la defensa del caso.

"La actitud en la corte fue todo lo contrario, fue decir 'estos hechos sí sucedieron', reconocimos la responsabilidad internacional del Estado y pedimos perdón a las víctimas", añadió.

La oficina de derechos humanos de Guatemala abrió cuentas bancarias para los beneficiarios, que en su mayoría viven de la agricultura. Cada uno recibirá tres pagos de 8 mil dólares. El salario mínimo anual ronda los mil 500 dólares.

Para los sobrevivientes, en su mayoría viudos que regresaron de trabajar en el campo para encontrar a sus familias muertas, ninguna suma es suficiente.

"Vivimos como animales en el monte durante tres años", dijo Salvador Jerónimo Sánchez, quien contó su historia en la pequeña capilla del pueblo, donde las víctimas están enterradas y sus nombres escritos en los muros. "Perdimos todo, no sólo nuestros familiares, nuestras siembras, casas, trajes típicos. Nos costó para reconstruir nuestras vidas".

 
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