Los escoltan, señala un documento de la PGR
Policías del DF, vinculados con el cártel Valle del Norte
Ha obtenido ganancias por 160 millones de dólares
La célula de un cártel colombiano denominado Valle del Norte, que comandan los hermanos Camilo y Gustavo Echeverri Ortiz, no sólo opera en el Distrito Federal y el estado de México desde hace por lo menos dos años, con el apoyo de narcotraficantes mexicanos, sino también mantiene vínculos con presuntos policías de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF), que escoltan a los integrantes de la organización criminal, según consta en documentos de investigación de la Procuraduría General de la República (PGR), la agencia antidrogas estadunidense (DEA) y la Policía Nacional de España.
De acuerdo con las investigaciones de inteligencia policiaca, a las que se tuvo acceso, dicho cártel ha obtenido ganancias económicas cercanas a los 160 millones de dólares, pues tan sólo en un mes logran lavar entre 3 y 5 millones de dólares. Además, la organización delictiva heredera del cártel de Cali, que comandaban Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, estaría operando con el apoyo logístico de Ismael El Mayo Zambada e Ignacio Coronel Villarreal, miembros del cártel de Sinaloa que dirige Joaquín El Chapo Guzmán.
La información contenida en la averiguación PGR/SIEDO/UEIDCS/284/2004 contradice al procurador Daniel Cabeza de Vaca, ya que en ninguna parte del expediente -en poder de La Jornada- se hace mención de que el cártel del Valle del Norte sostenga vínculos con Ricardo García Urquiza, El Doctor, uno de los principales operadores del cártel de Juárez, a pesar de que el funcionario federal ayer declaró lo contrario.
Lo novedoso de esta red colombiana de traficantes de cocaína es que no utilizaron el mercado estadunidense para distribuir toneladas del estupefaciente, sino exclusivamente tomaron a España como mercado receptor. Para su labor delictiva se valieron de una intrincada red de compañías y sociedades de inversión para triangular dinero de España a Estados Unidos y de ahí a México.
Lavaderos
Las investigaciones revelaron que la red de narcotraficantes utiliza a varias personas como correos, a quienes contrata únicamente para trasladar de España a México el dinero que se cobra producto de la venta de cargamentos de cocaína.
El dinero obtenido de la actividad delictiva es lavado mediante la casa de bolsa Ribadeo, establecida en México, pero las transferencias de las ganancias también se hacían a través distintas cuentas de bancos españoles y estadunidenses.
En México, los integrantes del cártel colombiano cuentan con diversos bienes inmuebles ubicados en zonas exclusivas del Distrito Federal y el estado de México (Lomas de Chapultepec, Santa Fe y Tecamachalco); propiedades en Las Brisas, en Acapulco, Guerrero, así como diversos lotes de compra y venta de automóviles.
En un oficio elaborado por integrantes de la Agencia Federal de Investigación (AFI), el 15 de enero pasado, que fue utilizado como prueba para solicitar a un juez federal varios cateos efectuados en los últimos dos días, se menciona que cuatro días antes se efectuó un seguimiento a los presuntos integrantes de la organización delictiva.
El 11 de enero fueron seguidos varios vehículos de lujo, entre ellos una camioneta Lincoln Navigator, color blanca, en los que viajaban mexicanos que operan en nuestro país para el cártel colombiano.
Los agentes federales ''lograron detectar que de pronto se acercó a esa camioneta un automóvil Cirrus, color guinda, placas 199 NBT del Distrito Federal, con dos sujetos a bordo (uno de ellos identificado como ''el policía gordo'', de nombre E. Mendoza), los cuales subieron unos momentos a la camioneta. El gordo fue saludado en forma militar. Después bajaron para regresar al Cirrus, donde en el interior el gordo se persignó''.
Para continuar ese día con la investigación, los agentes de la AFI siguieron la camioneta hasta un hotel exclusivo ubicado en la zona de Santa Fe. Hasta ahí los presuntos narcotraficantes fueron escoltados por el gordo, según la Agencia Federal de Investigación.
Después, indica el reporte policiaco, ''acudimos con el personal de seguridad de un domicilio (ubicado en un edificio de la colonia La Loma, donde vive uno de los mexicanos integrantes del cártel del Valle del Norte) para indagar sobre esas personas. Nos atendió un vigilante, quien mencionó que los escoltas (de los narcotraficantes) al parecer son policías de la SSPDF''.
Según la PGR, dentro de la estructura de esa organización delictiva se encuentran colombianos, venezolanos y varios mexicanos. La madeja de la investigación partió de una petición de la DEA al gobierno mexicano para indagar a los hermanos Echeverri, mientras que una pieza clave de las pesquisas se obtuvo después de un cateo efectuado el pasado 12 de diciembre en Tecamachalco, estado de México, donde se detectó un laboratorio para procesar cocaína.