"No podemos darnos el lujo de tolerar chovinismo"

Condena arzobispo de Denver "línea dura" de republicanos

El arzobispo de Denver, Estados Unidos, José H. Gómez, condenó la "línea dura" que asumieron los legisladores republicanos en torno al tema migratorio. "Estos políticos ignoran que simplemente no podemos darnos el lujo de tolerar el chovinismo que está en el fondo de numerosas críticas al trabajo indocumentado.

"No podemos -insistió- tolerarlo ni económica, ni social ni humanitariamente porque, nos guste o no, en el futuro próximo "Estados Unidos y América Latina crecerán o caerán juntos." Por lo tanto, en un artículo publicado en la revista Pueblo Católico, dijo que el Estado tiene, "sin lugar a dudas, el deber de equilibrar los intereses, dando prioridad a los derechos más fundamentales", incluidos los de los migrantes.

Para el jerarca católico es indiscutible que la llegada de hispanos, especialmente mexicanos, constituye un desafío para el país del norte, sobre todo si las cifras de 2002 señalan que ya son 37.4 millones en ese territorio y representan 13.3 por ciento de la población.

Este hecho sin precedente ni comparación con ninguna otra ola inmigrante en el pasado, continuó el arzobispo, demuestra lo complejo que resulta asimilar su integración adecuada y por qué surgen expresiones xenofóbicas "desde las producidas por el temor a lo nuevo, como quienes ven en la laboriosidad hispana un riesgo para sus puestos de trabajo, hasta otras expresiones más peligrosas".

Al ver la película Bandas de Nueva York "y recordar los epítetos, el desprecio y los prejuicios lanzados por el establishment protestante de entonces contra los irlandeses católicos, podríamos decir hoy que bastaría con cambiar el término irlandés por hispano y decir que la historia se repite", asentó. Sin embargo, añadió, "hoy nos encontramos con una resistencia más articulada, más orgánica, e intelectual y políticamente más sofisticada".

Citó como ejemplo el libro Who we are, de Samuel P. Huntington , a quien ubicó como "un hombre de gran influencia en las cúpulas pensantes de los partidos políticos estadunidenses, y al mismo tiempo uno de los que sugieren el problema de fondo: la teoría de que los hispanos, si mantienen su identidad y siguen llegando en el mismo volumen, destruirán los logros de Estados Unidos, que son únicos en término de libertades y bienestar".

En resumen, insistió el arzobispo José H. Gómez, los hispanos o latinos son vistos como "los enemigos de la identidad y de los logros que han hecho del país la potencia que es hoy", lo cual ha dividido a la población católica.

Al presidente George Bush le recordó que como gobernador de Texas comprendió que Estados Unidos es una nación construida a base de inmigraciones, y le subrayó que la legalización de quienes trabajan en ese territorio sin papeles, en vez de muros y represión, ayudaría y no dañaría la seguridad nacional.

Alma E. Muñoz