Usted está aquí: viernes 30 de diciembre de 2005 Opinión Editorial

Editorial

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Para sorpresa de muchos, los países de América Latina que encabezan las estadísticas de crecimiento económico tienen gobiernos de centroizquierda, lo que demuestra que tales regímenes no son impedimento para conseguir logros en ese ámbito. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) señaló hace unos días que, en general, 2005 fue un buen año para la región, pues las economías de los países latinoamericanos y caribeños cerrarán con un incremento de 4.3 por ciento en promedio.

Sin embargo, todavía hay mucho por hacer en la región, sobre todo en materia de pobreza, desigualdad y empleo, y tal vez el camino para superar esos lastres lo están mostando los gobiernos de centroizquierda, que han cosechado importantes éxitos durante el año que está por terminar. De acuerdo con los datos de la Cepal, el producto interno bruto tuvo importantes incrementos en Venezuela (9 por ciento), Argentina (8.6 por ciento), Uruguay y Chile (6 por ciento), debido al dinamismo de la demanda interna y a un entorno mundial favorable.

Esos regímenes obtuvieron dichas cifras a pesar de tener que lidiar con innumerables candados financieros, económicos y comerciales establecidos en el modelo neoliberal vigente en todos los países de la región, que sigue los lineamientos del Consenso de Washington y organismos financieros mundiales como el Fondo Monetario Internacional. El modelo económico neoliberal, no hay que perderlo de vista, ha sido el causante de la enorme desigualdad existente en la región, que tiene bajos ingresos per cápita, altos y crecientes niveles de pobreza y las tasas de desigualdad más altas del mundo.

Con la llegada de Evo Morales al gobierno de Bolivia y el triunfo parcial en Chile de la candidata social, Michelle Bachelet, todo indica que los abanderados de izquierda seguirán avanzando en la región. Para 2006 habrá en América Latina 14 procesos electorales tendientes a renovar gobiernos, lo cual podría ser una buena oportunidad para que los latinoamericanos sigan votando a la izquierda, a la que ven como alternativa al modelo económico vigente.

En ese contexto, los datos de la Cepal son una buena noticia para los partidos de izquierda en el poder o con miras a participar en comicios, pues demuestran que, lejos de generar inestabilidad, como han advertido personas o grupos rivales, obtienen buenos resultados en materia económica, y con las mismas reglas. Para José Luis Machinea, secretario ejecutivo de la Cepal, es claro: "los gobiernos de izquierda no representan un factor de inestabilidad económica para la región". Además, en los años recientes, algunos regímenes de izquierda fueron los únicos en rechazar los lineamientos del proyecto neoliberal impuesto en todo el continente. No sería extraño que las cifras obtenidas por los países con gobiernos de centroizquierda generaran envidia en naciones donde la política neoliberal es casi ley sagrada y cuyas economías se encuentran estancadas, como México, que necesita alcanzar un nivel de crecimiento mínimo de 6 por ciento para satisfacer las necesidades de empleo de la población, de alrededor de un millón 200 mil plazas laborales cada año. Nuestro país se encuentra entre las economías que han registrado un menor ritmo de crecimiento, con 3 por ciento.

Más allá de los buenos resultados obtenidos por los gobiernos de Venezuela, Argentina, Chile y Uruguay, los mandatarios de esos países deberán hacer más para sacar adelante a sus pueblos y tomar decisiones que beneficien a las mayorías, rompiendo en el camino los candados impuestos por el neoliberalismo. Sólo así se podrá combatir los flagelos que afectan a la región.

 
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