La operación para liberar a rehenes estuvo plagada de deficiencias y errores, afirma
Pudo haberse evitado la matanza en Beslán, señala informe presentado al Parlamento ruso
Moscú, 28 de diciembre. El secuestro y matanza en una escuela de la ciudad de Beslán, en Osetia del Norte, donde murieron más de 300 personas, pudo haberse evitado, según un informe presentado este miércoles al Parlamento ruso, texto que criticó duramente la actuación de las fuerzas de seguridad y autoridades rusas.
"Si las fuerzas de seguridad hubieran tomado en serio su trabajo, se podría haber evitado el secuestro de la escuela número uno, de Beslán, donde murieron 331 personas, 186 de ellas niños", dijo el presidente de la comisión investigadora, Alexander Torshin, ante los diputados de la Duma.
La policía no hizo caso a los indicios que apuntaban a un inminente acto terrorista y no tomó medidas preventivas, afirmó al presentar el informe.
Además, la operación para liberar a los rehenes estuvo plagada de deficiencias y errores de cálculo, afirmó Torshin, quien no entró en detalles.
Sin embargo, según el investigador jefe, el material de que dispone hasta el momento no basta para sacar conclusiones finales y son necesarias más indagaciones.
Por ello, anunció que el informe final, en que se darán detalles y se responderá a la pregunta de qué organismo es el culpable de la matanza, se dará a conocer en abril o mayo del año próximo.
El primero de septiembre de 2004, extremistas islámicos procedentes de Chechenia e Ingushetia mantuvieron secuestrados durante tres días a unos mil 100 niños y adultos. El drama concluyó en medio de explosiones y un fuerte tiroteo que dejó numerosas víctimas.
Un informe previo del fiscal del Estado había intentado librar a las fuerzas de seguridad de toda culpa.
En dicho reporte se afirmaba que en el secuestro participaron 33 terroristas, en vez de los más de 50 que aseguran los residentes de Beslán.
Además, el anterior informe, que continúa la versión oficial del incidente, también aseguró que la masacre final fue provocada por una explosión accidental en el gimnasio de la escuela, que se produjo cuando se cayó una de las bombas pegada con cinta adhesiva.
La víspera, expertos concluyeron a instancias de la fiscalía general del Estado ruso que el comité de crisis y las fuerzas de seguridad no violaron ley alguna.