Admite funcionario déficit de 2 mil millones de pesos
Falta de recursos retrasa modernización de la Marina
El proyecto de modernización de la Armada previsto para este sexenio no se cumplirá al 100 por ciento debido a la falta de recursos económicos, reconoció el capitán de navío José Luis Sánchez Sánchez, presidente de estudios especiales del estado mayor de la Armada, quien señaló que desde hace cinco años la dependencia arrastra un déficit en términos reales de 2 mil millones de pesos, cantidad equivalente a una cuarta parte de su presupuesto anual.
"Y aunque el Congreso autorizó una partida adicional de mil millones de pesos para las fuerzas armadas en 2006, para la Marina sólo fueron 130 millones", comentó, aunque dejó en claro que la Armada "no pide" recursos, trabaja con lo que le den.
Ante esta situación, señaló que la Secretaría de Marina se ha visto obligada a "privilegiar" la operatividad y el mantenimiento de buques y aeronaves antes que la parte administrativa, y "ésa continuará siendo nuestra apuesta hasta el fin del sexenio".
Aviones de reacción para proteger plataformas petroleras
En entrevista con La Jornada, el capitán de navío reveló la intención de la dependencia de adquirir aviones de reacción para proteger la zona petrolera de la sonda de Campeche, ya que si bien, explica, la Armada ha demostrado su capacidad de disuasión y defensa con el material bélico adquirido en años recientes, lo cierto es que la defensa naval de esta zona estratégica del país está "coja", porque "tenemos aeronaves no tan rápidas", que carecen del armamento adecuado para garantizar la seguridad del área en la que se extrae más de 80 por ciento del petróleo a nivel nacional.
Por otra parte, Sánchez confía en que la Cámara de Diputados apruebe la reforma al artículo 76 constitucional, que permita a la Armada salir al exterior en misiones "no bélicas", lo que abriría la puerta a participar en maniobras navales con otras naciones, como las de UNITAS (siglas en inglés de Operaciones Unidas de Guerra Internacional Submarina).
"Tenemos cosas pendientes; las metas por falta de presupuesto no las hemos alcanzado, nuestro plan institucional de desarrollo y la evaluación de este año señala lo que nos falta por lograr; la intención es seguir hasta donde podamos llegar y consolidar lo que tenemos", afirmó, y aceptó que uno de los rubros en donde el rezago es mayor es en la construcción de los buques tipo patrulla oceánica, ya que se preveía fabricar 12 en este sexenio y a un año de que termine las expectativas más favorables apuntan a que serán seis los buques que salgan de los astilleros de la Armada.
-¿Habría posibilidad de que la Armada adquiera en 2006 aviones de reacción? -México sólo cuenta con seis vetustos F-5 de la Fuerza Aérea.
-Dependerá de lo que diga el Congreso.
-De acuerdo con las necesidades, ¿qué cantidad de recursos se requiriría?
-Hay diferentes precios en el mercado; esos aviones son caros, estamos hablando de aviones de reacción de defensa, nunca de ataque. Pero comprarlos no está en nuestras manos. En nuestras manos está tener siempre un estudio hecho de lo que se necesita para cuando se presente la oportunidad.
-¿Pero sí hay interés?
-Claro, existe el interés porque vemos la necesidad.
-Cuando la Armada participó en las maniobras de UNITAS, el almirante secretario Marco Antonio Peyrot habló de la importancia de tomar parte en estas operaciones, pero actualmente, ¿qué tan viable es que participe?
-El Senado de la República reformó el artículo 76 constitucional, el cual ya autoriza a la Armada salir al exterior en operaciones no bélicas. El asunto pasó a la Cámara de Diputados.
-Que se permita la salida a operaciones no bélicas ¿deja abierta la puerta para que la Armada participe en el exterior en maniobras de entrenamiento?
-Claro, el hecho de ir dependerá de lo que diga el Congreso. Para nosotros es interesante, porque medimos nuestras propias capacidades, en qué nivel estamos con las demás armadas; yo lo veo positivo.
"Las UNITAS son operaciones que se hacen en toda Latinoamérica, con Estados Unidos, y se realizan en diferentes países. Son maniobras de entrenamiento para ver la capacidad de nuestros pilotos, cómo son los sistemas y procedimientos de los otros países, qué de bueno tienen aquéllos. Yo creo que es positivo, pero dependerá de lo que diga el Congreso.
"La versión aprobada por el Senado es positiva, porque nos abre la posibilidad de compartir experiencias con otras armadas; además son maniobras en las que no nos subordinamos a nadie, mucho menos a Estados Unidos, y en esos ejercicios participan armadas de muchos otros países", mencionó Sánchez Sánchez.
Reconoció que la sola mención de que México participe en maniobras con Estados Unidos hace que a muchos "se les aparezca el coco".
Pero no hay "coco", subrayó: "lo que busca la Armada es capacitar a su personal, conocer formas diferentes de operar en otros países y ver cuál es el nivel que tenemos para así poder mejorarlo".