Usted está aquí: sábado 24 de diciembre de 2005 Cultura Dos partituras nuevas de Arvo Part

Dos partituras nuevas de Arvo Part

Una buena nueva: circula ya en México el nuevo disco de Arvo Part: Lamentate (ECM New Series) que inicia con Da pacem Domine puesta en vida por The Hilliard Ensemble con la soprano Sarah Leonard (conocida por sus interpretaciones de obras de Michael Nyman) encabezando un elenco de solistas de lujo que incluye una tesitura poco común e irresistible, la del contratenor David James, además de dos tenores y un barítono. Esta obra para coro mixto y solistas a capella fue escrita por encargo del maestrísimo catalán Jordi Saval, quien la estrenó dirigiendo a sus conjuntos Hesperion XXI y La Capella Reial de Catalunya en julio del año pasado en Barcelona.

Es una obra que corta el aliento. Contiene la típica tensión emocional extrema que caracteriza la summa de Part. El escucha alcanza niveles de conciencia que soportan el adjetivo: cósmicos, pues la noción de espacio y tiempo desaparecen y en su lugar uno queda inmerso en un estado de gracia, un estar en calma y al mismo tiempo en velocidades vertiginosas, un nivel contemplativo. Un estado del alma.

Lamentate también fue escrita por encargo: el Museo de Arte Contemporáneo de Londres Tate Modern encomendó esta obra al compositor estonio, quien rinde homenaje a Marsyas, una obra monumental del artista indio Anish Kapoor que se exhibe en ese museo y que impactó a este autor de música que escribe extraordinariamente impactante.

Las notas del cuadernillo del disco están escritas por el propio Part, quien explica que ese impacto está centrado en dos de los motores que mueven a la humanidad en su tránsito terreno: el sufrimiento y la muerte, de manera que Part escribió un Lamento no para los muertos, como tradicionalmente se acostumbra, sino para los vivos, que somos los que nos quedamos lidiando con las pulsiones erótico-tanáticas que conforman la existencia.

La obra fue estrenada en el Tate Modern, bajo la obra monumental de Kapoor, que pende del techo por encima de la orquesta, en una vibración energética tremenda, brutal, devastadora.

El conocido efecto tintinabuli (un sistema de sonidos desnudos que ideó Part en torno al concepto antiguo del tintineo), los tambores de sonar profundo que recientemente ha incorporado en algunas de sus obras para voces o bien para instrumentos, los volcanes en erupción, todo el impulso erótico y tanático y su contacto con lo divino, suenan en este disco de proporciones anímicas, sensoriales, cognoscitivas, cósmicas, insondables.

Para los amantes del universo sonoro que cultiva el compositor estonio Arvo Part, este nuevo disco de uno de los creadores fundamentales de nuestra era es un nuevo tesoro. Para quienes aún no lo conocen, es la entrada al paraíso.

Pablo Espinosa

 
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